Excelsior / Ciudad de México / Domingo 27 de octubre del 2019
La infancia de Ricardo González Gutiérrez, ‘Cepillín’, representa un episodio triste. Las sonrisas, si las hubo fueron muy pocas, tan escasas que ni las recuerda, lo que está presente es el maltrato que sufrió por parte de sus padres.
No”, se convirtió en el sepulcro para los sueños del pequeño Ricky. Todo tenía como respuesta una negativa. “Yo quise ser futbolista no me dejaron, quise ser pintor no me dejaron, quise ser muchas cosas”, señaló en entrevista televisiva recuperada por TV Notas.
La voz del ‘Payasito de la Tele’ se ‘rompe’ al mencionar las palabras con las que su padre cuando le manifestó su intención de ser artista:
Aquí no quiero jotos”.
Ser artista era considerado por el progenitor del interprete de ‘En un bosque de la China’ como sinónimo de perdición: “No quiero drogadictos... Pisotearon mi dignidad de niño y de joven cuando crezco ya no me dejo de nadie".
Entre los pasajes tristes de Cepillín se encuentran las cuerizas que le daban por portarse mal o llegar tarde a casa… “A los 17 o 18 (años) tenía la inquietud de fumar; entonces, una noche vengo caminando a la casa pasaban de las 12:00, aunque no podía llegar después de las 12:00 porque a las 12:05 pregúntame la tranquiza que me daban
“Entonces paso por un árbol de limón y como olía yo mucho a cigarro agarro una hoja y me la tallo por todas partes, toco la puerta, me abre mi papá y me dice: 'Tomaste ¿verdad? Hueles a cuba' y moles y pregúntame las cuerizas que me daban. Me pegaban toda la vida. Cuando me casé nací… Gracias a Dios”.