cadenaser.com / Madrid, España / Viernes 25 de octubre del 2019
Isabel no tenía relación con su familia desde hacía años. Sin hijos, las sobrinas y hermanas no formaban parte de su círculo habitual. Los vecinos de su casa en Ciudad Lineal (Madrid) no la echaron de menos. El banco seguía cobrando los recibos correspondientes. A nadie le extrañaba no verla, solo el hedor que durante un tiempo se filtró bajo la puerta llamó la atención de los que pasaban por el descansillo. La realidad es que llevaba muerta desde 2004, 15 años de silencio durante los cuales nadie la echó en falta. Pensaban que quizá había ingresado en una residencia de ancianos. Tenía 78 años. La noticia la cuenta esta mañana 'El Mundo'.
Hace un par de semana que una de las sobrinas quiso conocer el paradero de su tía y se puso manos a la obra. Llegó a la conclusión de que estaba muerta en casa. Intentaron entrar en el domicilio pero la llave estaba puesta por dentro. Finalmente y con autorización judicial entraron al piso a través de una ventana que se encontraba entreabierta. Encontraron el cadáver en el baño. Las condiciones de humedad y ventilación por la entrada de aire propició la momificación.
Según cuenta el periódico, Isabel se quedó viuda y sufrió una depresión. Los vecinos plantearon en una reunión la opción de llamar a un cerrajero y derribar la puerta. Una opción que finalmente no llevaron a cabo porque el administrador supo que para ello necesitaba la autorización de la familia y tampoco tenían forma de localizarla. Hasta ahora que una de las sobrinas decidió llegar hasta el final y saber dónde estaba su tía y qué le podía pasar.