LÓPEZ-DÓRIGA DIGITAL / / Miercoles 23 de octubre del 2019
El óxido nitroso (N2O) es un gas de efecto invernadero 300 veces más potente que el dióxido de carbono (CO2) y es una amenaza que empeora el cambio climático, advierte un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El estudio titulado Fronteras 2018-2019 en el apartado “El desafío global del nitrógeno” explica que el uso desmedido de este gas mezclado en otras formas químicamente reactivas resultará en una peligrosa y costosa contaminación.
Autoridades en el tema como La Evaluación Europea de Nitrógeno hacen latente su preocupación, por ello identificaron cinco áreas vulnerables por la contaminación de nitrógeno, que afecta la calidad de agua y aire, el balance de gases efecto invernadero, los ecosistemas y la biodiversidad.
Refiere que es la demanda en agricultura, transporte, industria y energía los responsables del grave aumento en los niveles de contaminación por este elemento, que si bien es un componente del aire que respiramos, los sectores se encargaron de volverlo un gas de efecto invernadero debido al mal manejo.
“Las adiciones de nitrógeno al suelo a través de los fertilizantes refuerzan el efecto invernadero. Alrededor de 60 por ciento de las emisiones de óxido nitroso vienen de los campos fertilizados, abonos y otras fuentes agrícolas”, comenta Mahesh Pradhan, experto en contaminación por nutrientes del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El estudio de la ONU contempla también que los residuos de fertilizantes son causantes de floraciones de algas en lagos y vías fluviales lo que deriva en brotes de gases de efecto invernadero.
Advierte el documento que, a pesar de los esfuerzos por reducir las emisiones de este gas, estas no se detienen y siguen en aumento principalmente en los países que están en desarrollo.
Por todo lo anterior y priorizando esta alarmante situación, en octubre de este año el Gobierno de Sri Lanka, el PNUMA y el Sistema Internacional de Gestión del Nitrógeno, lanzarán una iniciativa mundial que atienda la gestión sostenible del nitrógeno.