LÓPEZ-DÓRIGA DIGITAL / / Viernes 11 de octubre del 2019
Las mujeres iraníes rompieron este jueves un tabú con su entrada al estadio Azadi de Teherán, donde fueron las protagonistas indiscutibles del partido clasificatorio del Mundial entre las selecciones de Irán y Camboya.
Armadas con banderas iraníes, gorros con los colores nacionales y trompetas, las mujeres comenzaron a animar en un ambiente ensordecedor más de dos horas antes de que arrancara el duelo, que terminó con la victoria aplastante de Irán por 14 goles a 0.
Con su presencia en Azadi, espacio que tenían vetado desde hace cuatro décadas, hicieron historia aunque el acceso no estuvo exento de controversia, ya que solo se vendieron 3 mil 500 entradas para las mujeres.
“Estoy muy contenta porque era mi sueño poder venir al estadio Azadi”, dijo a Efe emocionada la aficionada Sharvanaz Salehí, que cubría sus hombros con la bandera iraní.
Para Salehí, de 25 años, fue “un momento histórico” y “un buen comienzo” en la apertura de los estadios a las mujeres, aunque reconoció que espera que en un futuro próximo haya menos limitaciones y se vendan más entradas.
Las mujeres ocuparon cinco sectores de gradas, separadas de los hombres, en un estadio con capacidad para 78 mil personas que estaba prácticamente vacío.
Con el primer tanto del delantero centrocampista del club Persepolis Ahmad Nourollahi en el minuto 5, la zona de mujeres enloqueció con gritos de apoyo a la selección iraní, el llamado Team Melli.
Una bandera iraní de grandes dimensiones recorrió las gradas de arriba a abajo en varias ocasiones y las aficionadas saltaron y gritaron con cada gol de su selección, destacando los tres tantos que marcaron cada uno los delanteros Sardar Azmoun y Karim Ansarifard.
El número de asistentes mujeres fue reducido y las entradas se agotaron en pocas horas cuando salieron a la venta la semana pasada, pero de todas formas marcaron un hito.
Desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979 las mujeres solo habían entrado al estadio a ver partidos de futbol masculinos en un par de ocasiones y por invitación: el duelo entre el club iraní Persépolis y el japonés Kashima Antlers en noviembre pasado, y el amistoso entre Irán y Bolivia, en octubre de 2018.
En esta ocasión hubo también restricciones, sobre todo para las periodistas mujeres. No se emitieron por ejemplo acreditaciones para cámaras de televisión o fotógrafas para evitar su presencia junto a los hombres en el campo.