LÓPEZ-DÓRIGA DIGITAL / Ciudad de México / Jueves 3 de octubre del 2019
La Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) advirtió este miércoles que puede declararse en huelga si la Federación Colombiana de Futbol (FCF) no escucha las peticiones presentadas el 11 de septiembre para mejorar las condiciones laborales de los deportistas.
Así lo explicó el director ejecutivo de Acolfutpro, Carlos González Puche, quien señaló que un paro es la última alternativa que están considerando en caso de que no escuchen sus peticiones y aclaró que intentarán “agotar todas las instancias posibles” antes.
“Queremos buscar todas las alternativas de diálogo e intentaremos abrir ese diálogo para que se puedan negociar unas condiciones que cualquier trabajador tiene derecho a presentarlas ante cualquier empleador en cualquier parte del mundo”, explicó González Puche, que en su etapa profesional fue jugador del América, Millonarios y Cúcuta.
Las peticiones, que fueron firmadas por más de mil 100 futbolistas, incluyen temas como la duración de la liga masculina, así como lo relacionado con el torneo femenino, pues hasta marzo pasado no se sabía si se iba a disputar la edición de 2019.
“En el tema del torneo de las mujeres es saber cuál va a ser su liga, que sepan a qué atenerse para que no estén al vaivén de las determinaciones que adopten los directivos con relación a cuál va a ser su futuro laboral”, añadió.
Los deportistas también dicen que varias normas del Estatuto del Jugador de la FCF “afectan en algunos aspectos” sus derechos y no cuenta en su contenido con “temas que la FIFA ha ordenado incluir desde 2018”.
“Desde septiembre de 2018 le hicimos una solicitud al presidente de la Federación (Ramón Jesurún) manifestándole que algunos de los artículos del estatuto riñen con la proporcionalidad y con los derechos fundamentales de los trabajadores que afectan la aplicación”, aseveró.
González Puche señaló que otra de las peticiones que se establezcan los protocolos “de manera clara” para que los futbolistas, tanto hombres como mujeres, sepan cuál es el camino que deben tomar cuando son “abusados o discriminados porque “no existen en la federación manuales o reglamentos sobre ese particular”.
Esto ocurre luego de que se desatara un polémica a comienzos de marzo cuando jugadoras de la selecciones absoluta y Sub-17 denunciaron que fueron víctimas de acoso laboral y sexual por miembros del cuerpo técnico.
Los acusados son el exseleccionador Sub-17, Didier Luna, y el expreparador físico Sigifredo Alonso, así como el exentrenador del equipo absoluto Felipe Taborda.
Como respuesta a las peticiones de Acolfutpro, la División Mayor del Futbol Colombiano (Dimayor), que organiza los campeonatos masculinos y femeninos profesionales del país, le envió una carta a la agremiación en la que asegura que las peticiones “no pueden ser entendidas con un carácter vinculante o definitivo”.
“En ese sentido debe ser claro que las directrices que son de obligatorio cumplimiento provienen de las autoridades deportivas a nivel internacional y de la legislación nacional aplicable”, añadió la entidad en la misiva, que fue firmada por Jorge Enrique Vélez, su presidente.
González resaltó que, amparados en las leyes de Colombia, la asociación dio “un plazo de 15 días para formalizar una mesa de negociación, un acuerdo”.
“La respuesta que ha dado la Dimayor es que consideran que todos esos asuntos son de su resorte (…) y que no pueden dar uso favorable a las peticiones presentadas por los futbolistas, por lo cual, en otras palabras, es que no tienen ninguna disposición de diálogo para discutir y concertar los asuntos que fueron incluidos en las peticiones”, apostilló.
Es por ello que los futbolistas llevaron el caso al Ministerio de Trabajo para que intervenga y convoque a la FCF y a la Dimayor a negociar con la Acolfutpro.
“Si el empleador se niega a concertar y a discutir las peticiones con sus trabajadores, pues existen unos mecanismos previstos en la ley para que a través de los entes y el Ministerio del Trabajo se solicite su participación, su mediación, y se busque que esto no llegue a terminar en un conflicto colectivo de trabajo”, concluyó.