La Jornada / Shanghái / Martes 6 de agosto del 2019
El gobierno chino respondió ayer con contundencia al anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que impondrá aranceles adicionales a productos del país asiático, con movimientos que hicieron crecer el riesgo de una guerra comercial entre las dos mayores economías del planeta y su potencial efecto de lastrar el crecimiento global. La mayoría de las plazas bursátiles del mundo cayeron en terreno negativo, al igual que las monedas de países emergentes, en la medida en que los gestores de inversiones trasladaban el dinero a activos considerados de mayor seguridad: oro y dólar.
Por la tarde, Washington calificó al gobierno chino de manipulador de monedas y pidió al Fondo Monetario Internacional emprender acciones para eliminar lo que a su juicio es una ventaja irregular de Pekín para favorecer su comercio.
Este lunes, hora de Pekín, el gobierno chino dejó que su moneda, el yuan, se depreciara a poco más de siete unidades por dólar, nivel mínimo en 11 años, con lo que abarató sus mercancías en el mercado estadunidense, algo que podría elevar el déficit comercial estadunidense con la nación asiática, lo cual ha sido criticado de manera continua por Trump.
Al mismo tiempo, Pekín prohibió a todas las empresas estatales chinas comprar productos agrícolas de Estados Unidos, medida que afectará a productores que constituyen la base electoral de Trump, lo que también puede elevar el déficit comercial estadunidense con China, actualmente por 167 millones de dólares, de acuerdo con datos actualizados a junio pasado.
Así, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos calificó a China de manipulador de monedas, señalamiento que no conlleva en automático nuevas sanciones a corto plazo pero refleja un incremento de la escalada de tensiones entre ambos países.
El valor de la divisa china llegó a 7.05 por dólar, su nivel más bajo desde 2008, caída de 1.56 por ciento. El tipo de cambio de referencia que previamente estableció el banco central chino fue de 6.92 por billete verde.
Donald Trump calificó la baja del yuan de violación. La última vez que la Casa Blanca puso a China en una lista de manipuladores de divisas fue en 1994.
El gobernador del banco central chino, Yi Gang, declaró que su país no utilizará el yuan de herramienta para afrontar turbulencias externas ni se involucraría en una devaluación competitiva.
Un asesor de Pekín dijo que aunque el banco central se había estado preparando para una depreciación, ésta fue impulsada por el inesperado anuncio de Trump sobre los nuevos aranceles.
Asimismo, el acentuamiento de la disputa comercial hace prever una mayor desaceleración económica mundial.
En Nueva York, el índice Dow Jones bajó 2.9 por ciento, a 25 mil 717.74 unidades, mientras el Standard & Poor’s 500 cayó 2.98, a 2 mil 844.74. El Nasdaq perdió 3.47 por ciento, a 7 mil 726.04 puntos.
En los mercados latinoamericanos predominaron las pérdidas, siendo las más marcadas en Bogotá (-2.62 por ciento) y Sao Paulo (-2.51).
Las caídas en las bolsas europeas estuvieron encabezadas por la de Londres, con -2.47 por ciento, y la de París, con -2.19.
En Asia estuvieron lideradas por la de Hong Kong, con -2.85 por ciento, y Seúl, -2.56. En el caso del índice de Shanghái, éste perdió 1.62.