Excelsior / Sudáfrica / Martes 9 de julio del 2019
Como bien sabes, la sequía es un problema muy grave, no sólo afecta la agricultura, también el medio ambiente, la industria alimentaria, la economía y aumenta la contaminación.
Pensando en esto, el empresario emiratí Abdulla Alshehi planea remolcar este año un iceberg antártico hasta Ciudad del Cabo (Sudáfrica) o hasta Perth (Australia).
Sí, aunque suene como una locura, es en serio. De acuerdo con información de Euronews, la iniciativa, valorada en unos 150 millones de dólares, tiene como objetivo abastecer de agua dulce y potable a cerca de un millón de habitantes por un periodo de 5 años, produciendo incluso un posible cambio climático favorable a largo plazo.
El millonario planea seleccionar un iceberg de aproximadamente 2 kilómetros de largo por 500 metros de ancho en las cercanías de la isla de Heard, en la Antártida, y arrastrarlo cerca de 8 mil 800 kilómetros con ayuda de barcos remolcadores hasta las costas del emirato de Fuyaira, en el golfo de Omán.
El promedio anual de precipitaciones en la región costera de los Emiratos Árabes Unidos es de apenas 120 milímetros y el país está en riesgo de sufrir una severa sequía en los próximos 25 años a causa del ritmo insostenible de consumo de agua. Y, en opinión de Alshehi, su propuesta ofrece una solución más ecológica y económicamente más viable a este problema, en comparación con el filtrado de agua marina.
Según nuestro análisis, será más barato traer estos icebergs que usar agua desalinizada ya que las plantas desalinizadoras requieren de enormes inversiones y significan el bombeo de gigantescas cantidades de agua hacia el golfo, matando peces y la vida marina", manifestó Alshehi.
En 1975, un proyecto similar fue emprendido por Arabia Saudí, pero dos años más tarde fue abandonado a causa de complicaciones técnicas. El autor de la nueva propuesta pretende tomar en cuenta esa experiencia y evitar que el iceberg se rompa durante el trayecto asegurándolo con un enorme arco metálico.
Finalmente, cuando el bloque llegue a destino —tras perder hasta el 30 % de su masa por el camino— los especialistas locales comenzarán inmediatamente a recolectar el agua derretida.
Según Alshehi, la presencia del iceberg será una importante atracción turística y podría generar aire fresco, lo cual incrementaría las precipitaciones y acabaría favoreciendo la agricultura.