Eltiempo.com / Ciudad de México / Jueves 27 de junio del 2019
Inglaterra ganó con solvencia a Noruega 0-3, se clasificó por segunda vez en su historia para las semifinales de un Mundial femenino de fútbol, que se disputa en Francia, y presentó su candidatura a llevarse el título el próximo 7 de julio en el Parc Olympique Lyonnais.
Las chicas dirigidas por Phil Neville siguen con paso firme en el Mundial. Son un auténtico martillo pilón. No fallan. Han ganado todo lo que han jugado. Se estrenaron con un 2-1 a Escocia, siguieron con un 1-0 frente a Argentina, cerraron la fase de grupos con un 0-2 frente a Japón y superaron en octavos a Camerún por 3-0.
El trabajo de Neville, cuestionado cuando accedió al cargo por su escasa experiencia en un banquillo, ha hecho efecto. Ha formado un grupo bien compensado con veteranas y jóvenes futbolistas que han parecen vivir la época dorada del fútbol femenino británico.
Después de las semifinales del Mundial de Canadá 2015 y de alcanzar la misma fase en la pasada Eurocopa, había muchas expectativas sobre el cuadro inglés. Y no han defraudado. Ya están en semifinales por segunda vez en la historia de los Mundiales y Estados Unidos o Francia, sus posibles rivales, deberían estar preocupadas.
En esta ocasión, su víctima fue Noruega, que acusó el desgaste físico que sufrió ante Australia, a la que eliminó en la tanda de penaltis. Además, su entrenador, Martin Sjogren, no dio descanso a ninguna de sus titulares. Alineó el mismo once que superó al cuadro oceánico en cuartos. Sólo Karina Saveik en la primera parte parecía tener energía para presentar batalla a Inglaterra.
Fue casi la única que durante la primera parte insistió por la banda derecha, aunque lo hizo sin éxito. Bien vigilada, sus intentos murieron en la orilla. Pese a la insistencia de Saveik, Noruega no tuvo ninguna ocasión durante el primer acto e Inglaterra selló su destino con un dominio acaparador. Con Fran Kirby al mando, una de sus jugadoras más talentosas, y con tres cohetes como Lucy Bronze, Jill Scott y Nikita Parris, prácticamente sentenció antes del descanso.
Primero marcó Scott, que aprovechó un pase de la muerte de Bronze para hacer el primero; después, Parris, la máxima goleadora de la Premier League con el City, mandó la pelota por encima del larguero tras una buena jugada dentro del área; White siguió con el carrusel de ocasiones con un disparo al palo y ella misma, antes del descanso, hizo el segundo después de una asistencia de Parris.
Con el 0-2 y una sensación de poder casi absoluto, Inglaterra llegó al descanso con casi todo el trabajo hecho. Sólo tenía que dar un último paso para sellar su clasificación a las semifinales y lo consiguió por medio de Bronze, que marcó un golazo desde fuera del área que dejó boquiabierto a David Beckham, presente en el Stade Océane de Le Havre.
Con algo más de media hora por delante, Inglaterra desaceleró e incluso desperdició un penalti que falló Parris mientras Noruega intentaba maquillar el marcador con orgullo. No lo consiguió y fue eliminada por un equipo que presentó su candidatura para hacer algo grande en el Mundial de Francia.