El País / París, Francia / Viernes 18 de enero del 2019
Han pasado casi cuatro meses desde que el otrora poderoso presidente de Interpol, Meng Hongwei, desapareciera de la faz de la Tierra, nada más aterrizar en su país natal, China, a finales de septiembre.
Solo cuando su mujer, Grace, dio la voz de alarma y los medios internacionales empezaron a hacer preguntas incómodas, se avino Pekín a reconocer que había detenido a su antiguo viceministro de Seguridad Pública por presunta corrupción.
Interpol se dio en octubre por satisfecha con una carta de dimisión supuestamente firmada por Meng y con las explicaciones de las autoridades chinas y, en noviembre, eligió a un sucesor para el cargo, el surcoreano Kim Jong Yang. Borrón y cuenta nueva.
Pero para la familia del exalto funcionario chino, la historia está lejos de haber terminado. Su esposa anunció este viernes su intención de solicitar asilo en Francia por miedo a “ser secuestrada” por agentes chinos, con lo que amenaza con volver a poner a en un aprieto a las autoridades del gigante asiático.
“Necesito que el Gobierno francés me proteja, me asista, me ayude, a mí y a los niños”, declaró Grace Meng —el único nombre por el que se conoce a la esposa del expresidente de Interpol y madre de gemelos de 7 años— a la emisora France Info. Según explicó, desde que su marido fue arrestado en China, se siente “en peligro”.
La mujer, que sigue viviendo en Lyon, aseguró a la cadena francesa que recibió un mensaje de teléfono con la imagen de un cuchillo. También le pareció sospechosa una invitación que recibió para subirse a un avión privado. El diario Libération, que también ha entrevistado a la mujer del expresidente de Interpol, cuenta por su parte que la nueva cónsul china en Lyon (la anterior, señala, fue trasladada a Seychelles el día antes del arresto de Meng) le propuso a la mujer del expresidente de Interpol entregarle en mano una carta de su marido. Pero cuando Grace Meng pidió que la policía asistiera a su encuentro, la cónsul “renunció de inmediato” a la cita.
“Tengo miedo de ser secuestrada. Algo ha pasado, he recibido llamadas extrañas. Dos chinos, un hombre y una mujer, me han seguido al hotel y han sido filmados”, declaró a France Info Grace Meng, que vive con protección policial. La cadena dice haber visionado esa grabación. Según explica, en ellas se ve a una pareja entrar en el hotel. El hombre pregunta por la habitación de la esposa de Meng, con el pretexto de una cita que no existía. También se le ve, relata la emisora, correr tras el coche de Meng para fotografiar su matrícula. Aunque la justicia abrió una investigación, la fiscalía de Lyon la ha archivado por falta de pruebas concluyentes, según la emisora de radio France Inter.
Libération cita por su parte a una alta fuente policial que habría confirmado que la policía francesa ha recibido fuertes presiones de su contraparte chino para que la mujer de Meng vuelva a China. “Desean absolutamente que convenzamos a la señora Meng para que vaya a Pekín a testificar. Han insistido varias veces. Pero les hemos respondido que no es trabajo de la policía francesa transmitir ese tipo de mensajes, ya que hay una investigación judicial abierta”, declaró al rotativo. La presión no ha amainado con el tiempo. “Nos preguntan de forma regular cuándo se le va a retirar la protección policial a la señora Meng”, dijo.
Según el rotativo, los abogados franceses de Grace Meng consideran que su demanda de asilo tiene pocas garantías de éxito, sobre todo porque la acusación de corrupción contra su marido no está castigada en China con la pena de muerte. Por eso, adelanta Libération, los abogados buscan reabrir la investigación judicial de Lyon sobre el presunto intento de secuestro de la señora Meng y pedir por ello tanto para la mujer como para los hijos de la pareja la protección de Francia. Aunque han escrito dos veces al presidente chino, Xi Jinping, para reclamarle información sobre la detención de Meng, no ha habido respuesta hasta el momento. Tampoco Grace Meng sabe nada de su marido desde su arresto. “No he recibido ninguna noticia de él desde el 25 de septiembre. No sé si sigue vivo”, dijo al periódico.