Mediotiempo / Ciudad de México / Jueves 6 de diciembre del 2018
De niño, Ronaldo se paseaba con un balón por las calles de Bento Ribeiro, un arrabal al Norte de Río de Janeiro a la espera de que su padre pudiera llevarlo nuevamente al Maracaná a ver un partido del Flamengo.
Entre las primeras veces estuvo un clásico carioca, el Flamengo-Botafogo, que recuerda como una experiencia increíble que le dio mucha fuerza para seguir adelante con sus sueños, según dijo el Fenómeno durante su visita a México.
Fue así que se obsesionó con el futbol y su explosión en el balompié se dio tan natural como precoz, tal y como dicta la tradición en esa inagotable joyería amazónica, cuyos más preciados baluartes suelen detectarse a temprana edad.
Así ocurrió con Pelé, Zico, Romario, Roberto Carlos o Ronaldinho –por mencionar algunos–, todos exponentes del ahora casi extinto Jogo Bonito, que por décadas caracterizó a la Verdeamarela.
“Que volviera a jugar (sería la forma de que volviera el futbol alegre)”, respondió entre risas. “No, no puedo volver a jugar, son muchos kilos extras, pero es cierto que se ven menos partidos bonitos, el futbol es apasionante igual. Hoy veo futbol y muchos partidos sí son aburridos, pero es futbol, hay mucha táctica pero hay emoción y alegría”.
Retirado desde 2011, R9 marcó 362 goles a nivel de clubes y 62 con la selección carioca -15 tantos en Mundiales-, lo que le ha valido ser considerado el mejor delantero centro de la historia. Aunque él se lo toma con modestia.
"(Los mejores delanteros son) Van Basten, Pelé y déjame lo pienso… me incluyo por la insistencia”, dijo el exariete de 42 años.
También desestimó que la actual falta de nuevos talentos se deba a los exorbitantes precios del mercado, mismos que revientan a potenciales figuras.
“No soy yo quien juzga cuánto vale cada jugador, hay empresas que valen billones de dólares y venden productos menos indispensables, ese mercado que encuentra un talento y puede comprarlo es una inversión. Yo tuve mi época y tuve mi precio, tuve quien comprara, así que la máquina ha funcionado y estoy contento por eso”, añadió.
Durante su carrera superó dos delicadas cirugías de rodilla que lo marginaron más de un año de las canchas y se llegó a pensar que se debió a una sobrecarga de trabajo en su masa muscular, pero eso también lo descartó.
“He hablado con centenas de médicos y no tiene nada que ver, tuve un crecimiento muy natural, desde Cruzeiro, PSV, Barcelona e Inter y no es motivo de la lesión”, afirmó.
“Es cierto que la preparación física ha cambiado para mejor, se lesionan menos hoy y entrenan mejor. Antes me tocaba correr con Cafú, hice muchos entrenamientos que no lo necesitaba por mi posición; yo necesitaba ser más rápido que los defensas en espacios breves, no me hacía falta hacer carreras largas”.
Autor de 104 goles con Real Madrid, 0.59 por juego, y 47 Barcelona, 0.96 tantos cada partido, Ronaldo solo pudo marcar 14 veces en Champions League, pese a haber militado en gigantes del Viejo Continente. Pese a que no le molesta, admitió que es una presión distinta la máxima competencia europea a nivel de clubes.
"En esos momentos cuando suena el himno de la Champions los jugadores están todos cagados, aunque luego agarran el balón y se relajan", zanjó.