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INSóLITAS Y CURIOSAS


Árbitro señala el fuera de juego con disparos de Kalashnikov



El País / Dubai / Martes 27 de noviembre del 2018

Los yemeníes están acostumbrados a las armas. Antes incluso de la superposición de conflictos que sufren desde principios de siglo, rara era la casa sin un fusil o el hombre sin una yanbia, la daga que tradicionalmente ha simbolizado su honor. Pero un árbitro dirigiendo un partido de fútbol a tiros de Kalashnikov resulta demasiado incluso para el destrozado Yemen. Y sin embargo los tuiteros yemeníes han provocado estos días una sonrisa amarga al difundir un vídeo en el que se ve precisamente eso.

Un grupo de hombres encuentra un momento de asueto en torno a un balón. A ojos del espectador no está claro quién juega en cada equipo, pero enseguida se hace evidente quién es el árbitro. A falta de silbato, el hombre utiliza el Kalashnikov para señalar las faltas. En un momento determinado, incluso tiene que insistir con una ráfaga porque los jugadores ignoran su admonición y siguen jugando como si no pasara nada.

El partido tiene lugar en alguna aldea de Shabwa, una provincia del sureste de Yemen, bajo control de las fuerzas progubernamentales, pero en la que aún quedan reductos del ISIS y Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA). Ambos grupos han intentado aprovechar la guerra civil que vive el país desde hace casi cuatro años para intentar ganar terreno, aunque EE UU ha seguido bombardeando sus posiciones desde drones.

La violencia que rodea a los yemeníes hace especialmente llamativo el ejercicio deportivo, complicado además por la vestimenta de los jugadores. A diferencia de los hombres del norte, los del sur no visten la típica túnica árabe, sino el maawiis, una tela rectangular que se enrolla alrededor de la cintura, al estilo de un pareo, y luego sobre sí misma para que se sujete, con una camisa o camiseta por arriba.

Desde principios de mes, la ONU intenta organizar conversaciones de paz entre representantes del Gobierno internacionalmente reconocido y los rebeldes Huthi que echaron del poder al presidente Abdrabbo Mansur Hadi a finales de 2014. Su enfrentamiento desde entonces, con el apoyo de una coalición árabe encabezada por Arabia Saudí (los progubernamentales) y de Irán (los insurgentes) ha dejado a la mitad de los 28 millones de yemeníes al borde de la hambruna.