El Intransigente / España / Lunes 29 de octubre del 2018
Este domingo, las calles de Madrid tuvieron unos particulares visitantes. Es que unas mil quinientas ovejas y un centenar de cabras fueron los protagonistas de la Fiesta de la Trashumancia, un tipo de pastoreo en el que se transporta al ganado por distintas zonas para aprovechar las mejores zonas de alimentación. De todas maneras, este año fue especial, ya que no solo se cumplieron 25 años de festejos, sino también 600 años de esta práctica en España.
En 1994, como iniciativa de la Asociación Trashumancia y Naturaleza, en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, nació esta Fiesta con el objetivo de reivindicar la aprobación de la nueva Ley de Vías Pecuarias, las cuales cuentan con unos 125.000 kilómetros de longitud y 420.000 hectáreas de superficie de cañadas, cordeles y veredas catalogadas como bienes de dominio público, inalienables, imprescriptibles e inembargables.
Ahora, estas rutas, que son considerados corredores ecológicos que permiten la migración, la distribución geográfica y el intercambio genético de las especies silvestres, permiten que, una vez al año, los pastores recorran la ciudad de Madrid en dirección a los pastos del sur realizando la actividad centenaria de la trashumancia, una suerte de pastoreo que tiene por objetivo encontrar los terrenos más productivos según el momento del año.
Es por eso que, durante esta jornada, se celebra el arribo de rebaños desde las montañas de León hasta Madrid con varias actividades. Sin embargo, este año, no solo se festejó a esta actividad, sino que se cumplieron los 600 años de la Concordia entre los Hombres Buenos de la Mesta y el Concejo de la Villa, y 25 años desde la celebración de la Fiesta de la Trashumancia madrileña.
Por este motivo, en un acto simbólico que encabezó la alcaldesa Manuela Carmena, se puso un precio fijo a las cabezas de ganado, el cual, en 1418, fue acordado por los pastores en 50 maravedis, la antigua moneda española utilizada entre los siglos XII y XIX, por cada 1000 ovejas que atravesaran la Puerta del Sol y el centro de la ciudad.
Pero eso no fue todo, el sábado, se celebró la Feria de la Trashumancia en la Galería de Cristales del Palacio de Cibeles, donde se realizaron actividades gastronómicas y se expuso, degustó y hasta se pudieron adquirir productos artesanos vinculados con esta actividad centenaria. Es más, los visitantes pudieron participar de talleres, paneles informativos y fotografías sobre la historia de esta práctica y su valor medioambiental.