El País / Jerusalén / Miercoles 17 de octubre del 2018
Sucesivas oleadas de bombardeos de la aviación israelí han machacado en la madrugada de este miércoles 20 posiciones de Hamás en la franja de Gaza. La mayor escalada bélica de Israel en más de dos meses —que causó la muerte de un palestino de 25 años y produjo heridas a otros diez civiles— fue desencadenada en respuesta al lanzamiento de dos cohetes de medio alcance desde el enclave costero.
Uno de los proyectiles causó daños materiales en una casa habitada de la ciudad de Beersheba, la mayor del sur del país, situada a unos 40 kilómetros al sureste de la Franja. El segundo cayó sobre el mar frente a la costa de la aglomeración de Tel Aviv (70 kilómetros al norte), donde se concentra cerca de la mitad de la población del Estado hebreo.
El movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto en Gaza desde 2007, y sus aliados de la Yiihad Islámica, negaron estar detrás del lanzamiento de los cohetes. Ambas facciones palestinas aseguraron que se trató de un intento de sabotear la mediación emprendida de El Cairo para establecer una tregua de larga duración con Israel.
Responsables de los servicios de inteligencia del Ejército egipcio se encuentra precisamente ahora de visita en el enclave palestino con ese propósito. “Rechazamos el irresponsable intento de socavar los esfuerzos de mediación de Egipto, así como el lanzamiento de cohetes”, rezaba un comunicado conjunto de las facciones palestinas.
Grupos yihadistas y salafistas enfrentados con Hamás han disparado en el pasado proyectiles de corto alcance con Israel. Un portavoz militar israelí responsabilizó a Hamás, como fuerza hegemónica en el territorio, de todos los ataques lanzados desde el enclave, aunque no descartó que otras milicias pudieran haber lanzado los cohetes de alcance medio con aparente precisión.
La misma fuente detalló que entre los objetivos destruidos por la aviación figuraban túneles construidos para la infiltración en Israel destinados a cometer ataques.
Las autoridades israelíes han suspendido las actividades en las escuelas de Beersheba y próximas a Gaza, y la defensa civil ha prohibido concentraciones masivas de personas en la zona ante el peligro de que se produzcan nuevos incidentes armados. Seis civiles tuvieron que ser atendidos de heridas leves en el hospital Soroka de Beersheba a consecuencia de la metralla desprendida por el impacto del cohete o por hallarse bajo estado de choque.
El proyectil destruyó en plena madrugada gran parte de una vivienda en la se encontraban una mujer y sus tres hijos de 9, 10 y 12 años. La madre salvó la vida de los pequeños al despertarlos y conducirlos hasta el refugio antiaéreo de la casa tras escuchar las sirenas de alarma.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha convocado una reunión urgente del gabinete de crisis del Gobierno. Tras los ataques, el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, ordenó el cierre de los pasos fronterizos de Erez (para personas) y Kerem Shalom (mercancías) entre Israel y la Franja, en una medida que ahonda en el bloqueo militar terrestre y marítimo del enclave. El jefe del Estado Mayor del Ejército, general Gadi Eisenkot, ha interrumpido un viaje oficial a Estados Unidos para volar de regreso ante la escalada bélica.
Israel y Hamás han librado tres guerras en Gaza en la última década, la última y más devastadora hace cuatro años. El alto el fuego en vigor desde entonces ha saltado por los aires tras la campaña de protestas palestinas en la frontera israelí, que se ha saldado con más de 200 manifestantes palestinos muertos y soldado israelí abatido a tiros en los últimos seis meses. Los enfrentamientos bordearon una situación de guerra abierta el pasado mes de agosto, cuando fueron disparados más de 180 proyectiles desde el enclave mediterráneo y la aviación israelí bombardeó más de 150 objetivos de Hamás.
El Ejército se ha mostrado contrario a desencadenar un nuevo conflicto ante la grave situación humanitaria que vive la Franja en los últimos años, ya que puede provocar una oleada de condenas y críticas internacionales. El primer ministro Netanyahu, que se dispone a convocar comicios legislativos, parece también partidario de alcanzar una tregua permanente con la mediación de Egipto y Naciones Unidas. Pero otros sectores de la coalición gubernamental, como el encabezado por el ministro de Defensa Lieberman, aspiran a reforzar sus expectativas electorales con una política de mano dura. Desde el campo palestino, el presidente Mahmud Abbas está vetando además cualquier tentativa de negociación entre Hamás e Israel que deje al margen a la Autoridad Palestina. Los dos millones de gazatíes sufren mientras tanto las consecuencias de un prolongado conflicto que está convirtiendo en inhabitable el pequeño enclave aislado del mundo.