El País / Caracas, Venezuela / Lunes 24 de septiembre del 2018
El Gobierno venezolano añadió este domingo tensión a sus ya endebles relaciones diplomáticas al insinuar la participación de tres países latinoamericanos en el ataque contra Nicolás Maduro del pasado 4 de agosto. El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, pidió a México, Colombia y Chile aclarar si tuvieron algo que ver con ese atentado, realizado con drones durante una parada militar. Las acusaciones vertidas contra Bogotá no son nuevas - el propio Maduro señaló al expresidente Juan Manuel Santos-, pero en esta ocasión el aparato chavista, cada vez más aislado en el tablero internacional, va más allá.
Las supuestas pruebas esgrimidas por Rodríguez se basan en el testimonio de uno de los detenidos. Henryberth Rivas Vivas, alias Morfeo, alude en un vídeo difundido por el Ejecutivo al apoyo logístico de esos países para facilitar la huida de los responsables. “La Embajada de la República de Chile... ¿Quién es ese funcionario a quién debía contactar este señor para poder esconderse y posteriormente fugarse?", preguntó el ministro. "Tiene que explicar el encargado de negocios de la Embajada de Colombia cómo es que iban a servir de vehículo para trasladarlo a Colombia. Y la Embajada de México si estaban en el proceso de triangulación para hacer efectiva la fuga. La Embajada de Chile debemos recordar que sirve de resguardo para uno de los señores más violentos de la oposición venezolana, Freddy Guevara“, continuó en referencia a uno de los dirigentes antichavistas.
Rodríguez afirmó que el encargado de interpelar a esos Gobiernos será el canciller, Jorge Arreaza, y lanzó una advertencia que suena ya a condena. “En caso de actos terroristas no hay inmunidad diplomática, ni por el encubrimiento de terroristas”. Además, insistió en involucrar en el ataque al diputado opositor Julio Borges, al que Maduro amenaza con encarcelar en casi cada intervención, y reclamó a Colombia su extradición. Borges considera que esas palabras reflejan la debilidad del régimen ante la presión regional.
La Cancillería mexicana rechazó "categóricamente" las acusaciones y las calificó de "infundadas". En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores, asegura que el personal diplomático "actúa siempre con pleno respeto al derecho internacional y conforme a los principios de política exterior" que marca la Constitución. El mensaje ha sido difundido por el Ejecutivo de Enrique Peña Nieto que permanecerá en el poder hasta el 1 de diciembre cuando será sustituido por Andrés Manuel López Obrador. El actual canciller, Luis Videgaray, ha sido especialmente crítico con la situación en Venezuela y ha liderado buena parte de las iniciativas en la Organización de los Estados Americanos (OEA) contra el régimen de Maduro. La estrategia exterior del próximo Ejecutivo se espera que sea más tibia con Caracas. "No vamos a estar metiendo nuestras narices en asuntos de otros pueblos", aseguró recientemente López Obrador.
Colombia se sumó al rechazo sin matices ante los señalamientos "sobre una supuesta participación de la misión diplomática en Caracas en los presuntos hechos acaecidos el 4 de agosto". "En la actual coyuntura que vive Venezuela, la Embajada de Colombia y los 15 consulados acreditados en el hermano país no tienen interés distinto al de trabajar coordinadamente por la asistencia y protección de nuestros connacionales, razón por la cual carecen de todo fundamento las afirmaciones del ministro Rodríguez", manifestó el Ministerio de Relaciones Exteriores, que muestra su preocupación por la seguridad del personal diplomático como consecuencia de esas insinuaciones.
Chile repudió "las gravísimas y calumniosas insinuaciones y amenazas del Gobierno de Nicolás Maduro". El Ejecutivo de Sebastián Piñera señaló en un comunicado que "considera de la más alta gravedad las amenazas" en contra de la integridad de la representación diplomática en Caracas. "Instamos al Gobierno de Venezuela a actuar con responsabilidad y cordura y a retirar sus calumniosas insinuaciones en contra de nuestro país", prosigue el pronunciamiento. "El Gobierno venezolano carece de integridad moral para levantar calumnias en contra de Chile". La Cancillería citó para mañana por la mañana al embajador venezolano en Santiago.