El País / Washington, EU / Lunes 24 de septiembre del 2018
El candidato de Donald Trump a juez del Supremo, Brett Kavanaugh, se enfrenta a una segunda acusación de abuso sexual ocurrida durante sus años de estudiante, según ha publicado este domingo por la noche la revista The New Yorker. De acuerdo con el testimonio de Deborah Ramírez, de 53 años, excompañera de Kavanaugh en la universidad de Yale, el juez exhibió sus genitales en su cara, obligándole a tocarlos, durante una fiesta en el curso de 1983-1984.
La nueva acusación se produce poco después de que otra mujer, Christine Blasey Ford, denunciara que el juez intentó violarla durante una fiesta preuniversitaria en 1982. Justo este próximo jueves, Ford y Kavanaugh están llamados a testificar ante el comité del Senado que debe decidir sobre la incorporación de Kavanaugh al Tribunal Supremo, con carácter vitalicio, a propuesta de Trump. Kavanaugh, con una trayectoria en la judicatura marcada por el conservadurismo de ala dura, sustituiría a otro juez más moderado sobre todo en lo social, Anthony Kennedy, lo cual inclinaría a la derecha la balanza de la más alta instancia judicial del país.
Las acusaciones de conductas sexuales inapropiadas contra Kavanaugh podrían hacer fracasar su designación -en el Senado los republicanos cuentan con una mayoría de apenas dos votos-, si algunos de los senadores republicanos más moderados deciden votar en contra. O podrían también retrasarla hasta después de las elecciones legislativas que se celebran el próximo 6 de noviembre, y que es probable que deparen una Cámara más demócrata, lo cual podría frenar la designación de Kavanaugh. Esta mismo domingo por la noche, según informa The Washington Post, la líder demócrata del Comité Judiciario del Senado, Dianne Feinstein, ha pedido una demora en la decisión sobre Kavanaugh tras saltar a la luz la segunda acusación de abuso sexual.
Más allá de la suerte del juez, el escándalo puede tener un efecto también en las propias elecciones legislativas, sobre todo después de que, el pasado viernes, el presidente Trump decidiera poner en duda, en un insólito tuit, la acusación de Ford de que Kavanaugh intentó violarla, pues considera el presidente que, de haber sucedido, lo normal es que la mujer lo hubiera denunciado antes. El tuit provocó un movimiento de protesta de mujeres que compartían en redes sociales motivos por los que, en su día, decidieron no acudir a las autoridades tras experiencias similares.
Esta misma noche de domingo, Kavanaugh ha emitido un comunicado, a través de la Casa Blanca, en el que niega la segunda acusación, como también negó la primera.