El Siglo de Torreón / Ciudad de México / Jueves 12 de julio del 2018
De acuerdo con información biográfica de las páginas nobelprize y cervantes.es, Neftalí Ricardo Reyes Basoalto, por su nombre de pila, nació en Parral, Chile, hijo del empleado de ferrocarril José del Carmen Reyes y de Rosa Basoalto, quien murió de tuberculosis cuando el futuro poeta tenía apenas un mes de nacido.
Años después de quedar viudo, su padre se trasladó a Temuco y contrajo nuevas nupcias con Trinidad Candia Malverde. El poeta pasaría su infancia en dicha ciudad chilena y durante sus paseos por la zona aprendió a amar a la naturaleza, la cual permearía parte de su poesía.
Poco se ha hablado de la infancia del joven Neftalí, la cual estuvo marcada por extrañas relaciones filiales. No tuvo ninguna relación con su hermano mayor, nacido de la relación clandestina entre su padre y Trinidad, pero todo su afecto fue para su hermana menor, Laura Reyes, fruto de una nueva infidelidad del padre, que la esposa acogió en su seno.
Con Laura siempre mantuvo una amorosa correspondencia, a ella le confió su pasión por la poesía, a la que se entregó desde que inició sus estudios en el Liceo de Varones de Temuco, señala cervantes.es.
Fue así que desde muy joven empezó a escribir artículos para el diario La Mañana, entre los que destaca Entusiasmo y Perseverancia, su primera publicación.
En 1920 se convirtió en un colaborador de la revista Selva Austral bajo el seudónimo de Pablo Neruda, que adoptó en la memoria del poeta checoslovaco Jan Neruda (1834-1891).
Algunos de los poemas de Neruda escribió en ese momento se encuentran en su primer libro publicado bajo el nombre de Crepusculario (1923), sueño que concretó gracias a un préstamo del crítico chileno Hernán Díaz Arrieta.
Al año siguiente publicó Veinte poemas de amor y una canción desesperada, uno de sus obras más conocidas y traducidas obras. Ambos libros, influidos aún por el modernismo, refieren la melancolía y el dolor por la ausencia de la mujer amada.
En 1925 dirigió la revista Caballo de Bastos, y fue a partir de entonces cuando se propuso una renovación formal de intención vanguardista en tres breves libros: la novela El habitante y su esperanza; el poemario Anillos, escrito en colaboración con Tomás Lago, y Tentativa del hombre infinito.
Entre 1927 y 1935, el gobierno chileno lo puso a cargo de un número de consulados honorarios, lo que lo llevó a Birmania, Ceilán, Java, Singapur, Buenos Aires, Barcelona y Madrid.
Su producción poética durante ese período incluyó la colección de poemas surrealistas esotéricos Residencia en la tierra (1933), la cual marcó su éxito literario.
Ubicó su residencia en España, donde conoció a figuras como Miguel Hernández, León Felipe, Rafael Alberti, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, Jorge Guillén y Luis Rosales, entre otros. A ellos lo unió una fraterna amistad basada en la solidaridad.
La Guerra Civil española y el asesinato de Federico García Lorca afectaron tanto a Neruda que decidió unirse al movimiento republicano, primero en España y luego en Francia, donde comenzó a trabajar en su colección de poemas España en el Corazón (1937).
En 1939, Neruda fue nombrado cónsul por la emigración española, con domicilio en París, y, poco después, Cónsul General en México, donde volvió a escribir su Canto General de Chile, transformándolo en un poema épico sobre todo el continente de América del Sur, su naturaleza , su gente y su destino histórico.
Esta obra se compone de aproximadamente 250 poemas reunidos en 15 ciclos literarios y constituye la parte central de la producción de Neruda., la cual fue traducida a una decena de idiomas.
En 1943, Neruda visitó en Perú las ruinas de Machu Picchu, donde surgió el célebre poema Alturas de Macchu Picchu. De regreso a Chile fue elegido senador de la República, además se integró el Partido Comunista.
Sin embargo, en 1948, el presidente chileno Gabriel González Videla abrió una campaña de persecución contra los sindicatos y la oposición, que llevó a Neruda a la clandestinidad y al exilio en países como Francia e Italia.
Le fue concedido el Premio Internacional de la Paz en 1950 y dos años después regresó a su patria temporalmente para ser distinguido con el Stalin de la Paz en 1953.
Su libro Estravagario (1959), que implicó un cambio en su poesía, en cuanto que recupera el sentido del humor de algunos de sus primeros textos, supera el dramatismo, es mucho más lúdico y vuelve a reencontrarse con la vanguardia, incluso con el surrealismo.
Para esos años, Neruda ya se había consolidado como uno de los poetas más grandes de la lengua española y como una figura pública de relieve internacional.
En 1962 fue nombrado académico de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile y en 1965 se le otorgó el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Oxford.
Después de 17 años de vivir un amor secreto con Matilde Urrutia, en 1966 decidió unir su vida con ella.
A comienzos de 1970 publicó Maremoto, La espada encendida y Las piedras de Chile. Los reconocimientos continuaron y en 1971 viajó a Estocolmo para recibir el Premio Nobel de Literatura.
Luego de recibir el Premio Lenin de la Paz en 1972, regresó definitivamente a Chile y fue aclamado por el pueblo chileno con un apoteósico homenaje en el Estadio Nacional de Santiago.
Entre sus últimas obras destacan Incitación al nixonicidio y Alabanza de la revolución chilena. Tras el derrocamiento de Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, sus casas en Santiago y Valparaíso son destruidas por los militares.
La vida del poeta se apagó 12 días después, el 23 de septiembre de 1973, dejando en muchos de sus versos la intuición de lo que está más allá de la muerte: “No crean que voy a morirme, me pasa todo lo contrario, sucede que voy a vivirme, sucede que soy y que sigo”.
Oficialmente, Neruda murió de cáncer de próstata, sin embargo ante la denuncia de su chofer de que el poeta pudo ser asesinado, sus restos fueron exhumados para ser analizados. En total se han celebrado cuatro funerales para el poeta, el primero, lo llevó al Cementerio General.
Seis meses más tarde (mayo, 1974), la gente que había prestado la tumba pidió se le removiera y fue trasladado a un sitio más modesto del mismo campo santo; en 1992, la naciente democracia chilena le organizó un funeral de Estado y su osamenta fue trasladad a Isla Negra, como era su deseo.
No obstante en 2013 fue vuelto a exhumar por el juicio iniciado por presunto homicidio.