Mediotiempo / Rusia / Viernes 6 de julio del 2018
El Mundial se quedó sin otro grande. Primero fueron Alemania, España, Portugal y Argentina. Esta vez, el turno de volver a casa antes de tiempo fue para Brasil, que pagó muy caro la mala suerte y sus pocos errores.
Contra unos belgas que solo requirieron de un chispazo para llenarse de inspiración, la enormidad de recursos brasileños fueron insuficientes y los europeos están en Semifinales gracias a un dramático 2-1, para enfrentar a Francia el martes en San Petersburgo.
Ahora no fue un humillante 7-1 pero Brasil se quedó en Cuartos de Final, una pena para una generación que en Rusia mostró más madurez y futbol, pero que no pudo contra un equipo que creció en motivación y futbol como bola de nieve.
Tan solo un brinco afortunado de Vincent Kompany puso a Bélgica en el mejor de los escenarios. El defensa ni siquiera tocó el balón en un tiro de esquina al minuto 13, pero eso fue suficiente para taparle la visión a Fernandinho, a quien el balón le pegó en el brazo para terminar adentro del arco para el 1-0.
Brasil había tenido un inicio digno, con propuesta y un remate al travesaño de Thiago Silva desde el 7’. Pero si un autogol es circunstancial, el de Fernandinho fue de los más desafortunados. Y ante semejante banquete, Bélgica se creció.
Romelu Lukaku fue un toro que driblaba y hacía túneles, Eden Hazard se confirmó en un “10” a la altura de los mejores del mundo y Kevin de Bruyne en un diablo para definir. El primero de estos condujo como con alma brasileña para servirle a De Bruyne y que éste cruzara con precisión para el 2-0 al 37’.
Y encima estaba Curtois. Brasil intentó abrirse camino pero la zaga roja era una muralla que en el fondo tenía a uno de los mejores arqueros del mundo, que le sacó tiros a Coutinho, regaló dos manotazos virtuosos a remates de Douglas Costa y que ya en la compensación terminó por ser héroe al desviar un disparo lejano pero prodigioso de Neymar.
A pesar de que Bélgica mantenía la promesa de ser letal en cualquier contragolpe, Brasil fue garra y también estrategia al final. Los cambios de Tite rindieron porque Renato Augusto, que había entrado por Paulinho, marcó el 2-1 al 76 para darle un tinte épico a los últimos minutos.
Incluso casi celebró un penal al 55’, que al final el árbitro no concedió porque en las cabinas del VAR así le señalaron. Encima y desesperado, Augusto remató a milímetros del poste y Firmnino, sustituto de Willian, tuvo una media vuelta casi de gol, además de que Coutinho desperdició una increíble al 84’.
Pero si este Mundial es de sorpresas, Bélgica estuvo más que a la altura, para dejar a la Verdeamarela seguir postergando el hexacampeonato.