Veracruz, Ver.

     
INSóLITAS Y CURIOSAS


'Si no puedo tenerte, nadie podrá', y le roció ácido en la cara



Excelsior / Londres / Lunes 28 de mayo del 2018

Mark van Dongen aceptó pasar la noche con su exnovia, y le costó la vida.

El hombre ya le había dicho a su expareja, Berlinah Wallace, que su relación de cinco años había terminado y que estaba saliendo con alguien más.

Pero en un último intento por salvar el noviazgo, Wallace se presentó de improviso en la casa de Mark, en la ciudad británica de Bristol, hablaron, y terminaron pasando la noche juntos. Había pasado más o menos un mes de la ruptura. Era septiembre de 2015

Aquella noche, alrededor de las 3 de la madrugada, Wallace se levantó de la cama:

Si no puedo tenerte, nadie más podrá”, le gritó a Mark, quien yacía en la cama semidesnudo, al mismo tiempo que le rociaba ácido sulfúrico en la cara.

Wallace fue sentenciada este miércoles a 12 años de prisión como mínimo por el ataque a Mark, quien falleció el año pasado debido a las quemaduras que sufrió en más del 25 por ciento de su cuerpo, incluido casi todo su rostro.

‘UN ACTO DE MALDAD PURA’
La venganza de Wallace contra Mark había sido planificada por ella casi desde el momento del rompimiento.

De acuerdo con las investigaciones del caso, la mujer había realizado más de 80 búsquedas sobre ácido sulfúrico en internet durante los días posteriores a su ruptura con Mark, y terminó comprando una botella en Amazon.

Durante el fallo, el juez que llevó el caso calificó de ‘un acto de maldad pura’ la acción de Wallace.

"Estoy satisfecho, ella estará encerrada por al menos 12 años, aunque la verdad es muy poco, porque como familia, la hemos sentenciado de por vida”, comentó Kees van Dongen, padre de Mark, luego de escuchar la sentencia.

GRITO ESPELUZNANTE
Tras ser bañado en ácido, Mark salió corriendo y gritando de su apartamento a la calle, pese a que su visión era prácticamente nula y solo vestía calzones.

Los gritos de Mark atrajeron la atención de todo el vecindario.

"El timbre sonó varias veces y supe que algo desesperado estaba pasando, era él (Mark). Parecía como si estuviera cubierto de una especie de lodo, aunque después me di cuenta de que se trataba de su piel derritiéndose”, contó a la corte el vecino Nic White.

La enfermera que atendió y limpió a Mark en el Hospital Southmead de Bristol, Rachel Oaten, narró que el hombre lanzó un grito espeluznante cuando vio su reflejo.

"Él dijo: ‘Mátame ahora. Si mi cara va a quedar así, no quiero vivir’”, contó Oaten.

Pero el daño excedía solo el rostro: Mark quedó paralizado del cuello para abajo, una de sus piernas tuvo que ser amputada, pasó cuatro meses en coma.

Lo único que podía mover Mark era su lengua, y con dificultad.

Cuando los detectives le preguntaron quién lo atacó, Mark alcanzó a decir con claridad: ‘Berlinah’.

La mujer fue detenida horas después del ataque en su casa y en un inicio intentó culpar a su exnovio de lo sucedido.

Las constantes contradicciones de Berlinah, tanto en los interrogatorios como en la corte, terminaron por incriminarla.

Mientras el juicio se llevaba a cabo, Mark agonizaba, sin poder moverse y con el cuerpo carcomido por el ácido.

Su familia lo trasladó a Bélgica, su país natal, donde se le practicó la eutanasia el 2 de enero de 2017, tras solicitarlo a las autoridades y quince meses después de pasar su última noche con Berlinah.