Excelsior / Ciudad de México / Lunes 14 de mayo del 2018
En internet se han viralizado varias historias de personas que adoptan mascotas y tiempo después resultan 'estafadas' por ellas.
Un ejemplo fue lo que le pasó a Steve Jenkins y su esposo Derek Walter, de Canadá, quienes adoptaron a una cerdita que sólo pesaba 1.5 kilos.
Al ser de raza 'minipig' se suponía que Esther -como fue llamada- no crecería y su tamaño sería muy pequeño toda la vida, sin embargo, como dice la famosa frase 'a veces la vida te trae sorpresas' y en este caso fue una enorme pues cuando se dieron cuenta la cerdita ya pesaba más de 300 kilos y había cambiado sus vidas.
Afortunadamente, la pareja lo tomó de buena manera y al darse cuenta lo inteligente y noble que era, les causó repulsión la idea de comer animales. Ahora son veganos y decidieron crear un refugio de animales.
Algo similar pero con un final no tan feliz ocurrió en China cuando una familia adoptó a un cachorro de lo que creían era un mastín tibetano.
Dos años después y con 200 kilos de diferencia se dieron cuenta que no era un perro sino un oso negro.
Si, aunque no lo creas la familia vivió engañada pensando que sólo se trataba de un can muy grande.
"Se podía comer una caja llena de frutas y dos ollas de fideos al día", aseguró el ama de casa.
Al darse cuenta de la situación y estar consientes del peligro que conllevaba tenerlo en casa, los propietarios optaron por acudir a la Policía Forestal para exponer la situación.
Las autoridades confirmaron rápidamente que se trataba de un oso negro asiático, una especie protegida y optaron por enviar a la 'mascota' a un centro de vida silvestre para que reciba mejor atención
Por los buenos cuidados que le dieron sus amos el animal no tenía lesiones ni problemas de salud.
Desafortunadamente en la actualidad los osos negros se encuentran en peligro de extinción y son objeto de tráfico ilegal por parte de contrabandistas, ya que muchas personas suelen usar partes de su cuerpo para la fabricación de medicamentos.