El País / Dubai / Martes 24 de abril del 2018
El presidente de Irán, Hasan Rohani, ha vuelto a advertir este martes a Estados Unidos de “graves consecuencias” si incumple el acuerdo nuclear multinacional firmado en 2015. Aunque el mandatario no ha precisado cuál sería el efecto, otro alto cargo de la República Islámica ha dicho que una de las tres opciones que contemplan es la retirada del Tratado de No Proliferación (TNP), agitando de nuevo una amenaza que Teherán ya lanzó en 2006 en medio de la crisis desatada por el descubrimiento de su programa atómico secreto.
“Hoy, mantenemos nuestros compromisos con más fuerza que nunca. Sin embargo, quienes pretendan violar los suyos hacia nosotros deben saber que les afectarán las graves consecuencias de tal paso”, ha manifestado Rohani durante un discurso en Tabriz, en el noroeste de Irán, del que se ha hecho eco PressTV.
Sus palabras se referían a la espada de Damocles que el presidente de EE UU, Donald Trump, ha colocado sobre el acuerdo nuclear, denominado formalmente Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC). Trump ha dicho que a no ser que la parte europea (Reino Unido, Alemania y Francia) logre “arreglar los terribles fallos” del pacto antes del 12 de mayo, va a reintroducir las sanciones económicas de su país, lo que supone la anulación de hecho del PIAC. Irán, por su parte, ha descartado cualquier renegociación.
Tanto el presidente francés, Emmanuel Macron, que se encuentra en Washington, como la canciller alemana, Angela Merkel, que viajará allí el próximo viernes, intentan convencer a Trump de que respete el acuerdo. Por su parte, las otras dos potencias firmantes, Rusia y China, han convenido bloquear cualquier intento estadounidense de sabotearlo, según anunció el lunes el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov.
Casi a la misma hora que Rohani hablaba en Tabriz, el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional (CSSN), Ali Shamkani, ha comentado que la Organización de la Energía Atómica de Irán preparaba “acciones sorprendentes” en caso de que se anulara el acuerdo. Preguntado si era posible que incluyeran la retirada del TNP, Shamkani ha respondido: “Es una de las tres opciones que contemplamos”. El CSSN, que encabeza el presidente Rohani y en el que Shamkani representa al líder supremo, es el órgano en el que los dirigentes iraníes consensúan los principales asuntos de seguridad y política exterior.
No es la primera vez que Irán agita esa amenaza. En 2006, cuatro años después de que se descubriera el programa nuclear que Teherán estaba desarrollando en secreto, el entonces presidente Mahmud Ahmadineyad ya jugó con esa baza ante las presiones de EE UU. Tal posibilidad causó alarma por el riesgo de proliferación. Al final, se limitó a suspender las inspecciones reforzadas que había aceptado de forma voluntaria.
“Los países firmantes del TNP tienen derecho a retirarse si están en peligro sus intereses”, ha justificado Shamkani, citado por la agencia Tasnim, antes de viajar a Rusia para asistir a una conferencia de seguridad.
El objetivo del TNP, firmado en 1968 y del que Irán es signatario, tiene por objetivo evitar que se extienda la capacidad de fabricar armas atómicas a la vez que garantiza que todos sus miembros pueden beneficiarse de los usos pacíficos de la energía nuclear. Teherán, que discrepaba de que eso le impidiera enriquecer uranio, también puso de relieve que ese tratado estipulaba el progresivo desmantelamiento de los arsenales de las cinco potencias nucleares originales (EE UU, Rusia, China, Reino Unido y Francia) y que eso no había sucedido.