El País / India / Sabado 21 de abril del 2018
El gabinete del Gobierno indio ha dado este sábado luz verde a una enmienda de la Ley de Protección de Niños de los delitos Sexuales para que los culpables de violaciones a menores de 12 años puedan ser condenados a muerte. El cambio normativo se produce en mitad de una oleada de indignación en el país por la violación y el asesinato de una niña de ocho años.
La propuesta de enmienda de la ley POCSO (por sus siglas en inglés) ha sido aprobada en una reunión del gabinete encabezada por el primer ministro, Narendra Modi, apenas horas después de que este regresara al país después de una gira por tres países de Europa, han informado agencias locales. La ministra para la Mujer y la Infancia, Maneka Gandhi, ya había pedido que se aprobara esta enmienda legal, que llega en medio de la conmoción que vive India tras el secuestro, tortura, violación y asesinato de una niña musulmana de ocho años procedente de una comunidad nómada en el estado septentrional de Jammu y Cachemira.
La niña murió en enero, pero las circunstancias del crimen salieron a la luz la semana pasada después de que la policía de Cachemira presentara el pliego formal de acusaciones en el que ha apreciado, además, indicios de violencia religiosa. Ocho personas, incluidas cuatro miembros de los cuerpos de seguridad, han sido detenidas y están siendo procesadas en el marco del juicio por este caso, que comenzó el pasado lunes.
El otro caso que ha avivado la indignación en el país sucedió hace dos semanas, cuando, tras haber recibido una paliza, murió el padre de una menor de 16 años que había sido violada en junio de 2017, un delito del que la familia acusa a un parlamentario regional del partido gobernante BJP en Uttar Pradesh.
De acuerdo con datos de la Agencia Nacional de Registro de Delitos de India, el número de delitos contra niños se ha duplicado entre 2013 y 2016, pasando de 58.224 a 106.958. Además, de las 38.947 violaciones que se produjeron en el país en 2016, 19.765 tuvieron a menores como víctimas.
India ya endureció su legislación contra los delitos sexuales en 2012, tras la brutal violación en grupo de una joven que falleció tras semanas de agonía, en otro caso que conmocionó al país asiático, pero las cifras no muestran una reducción de los casos. Según cifras del Gobierno, hay más de 100.000 causas por violación pendientes de resolución en la Justicia de este país, en el que viven más de 1.200 millones de habitantes.