Mediotiempo / Estados Unidos / Miercoles 28 de marzo del 2018
A la Selección Mexicana todo le salió mal en el partido contra Croacia y el hecho de que no se presentaran con todas sus figuras fue el mal menor después Néstor Araújo salió lesionado de la rodilla izquierda y fue llevado al hospital, de que Carlos Salcedo sufriera una fractura en la clavícula izquierda y, por si fuera, el equipo de Juan Carlos Osorio perdiera 1-0 debido a un penal por una falta inexplicable de Miguel Layún.
Un partido que en un inicio serviría para enfrentar a un equipo con características similares a las de Alemania terminó siendo un desastre, pues los hombres que colocó Osorio para ver si lograban ganarse un lugar en la lista final como Rodolfo Pizarro y Omar Govea dejaron mucho que desear y salieron para el segundo tiempo, en el que solo se mantuvo un destacado Jorge Hernández.
Pero si los que estaban a prueba no llenaron el ojo en buena medida se debió a que Osorio sigue experimentando a unos meses del Mundial, pues volvió a colocar un rombo en el medio campo que corrigió hasta el complemento. Sin embargo, de inicio dejó descubierta la defensa y en un contragolpe a los 16 minutos fue que salió lesionado Araujo al intentar tapar un disparo Rebic, quien minutos antes ya había inquietado el arco de Ochoa.
La lesión del zaguero de Santos le cambió el rostro al partido, la dinámica no fue la misma y no era para menos, pues el incidente a estas alturas del calendario ya olía a catastrófico como para dejarlo fuera de la Copa del Mundo.
México careció de ideas, el equipo se vio partido al frente, el medio campo nunca se encontró y Chucky Lozano, Chicharito y Vela nunca tuvieron una ocasión de peligro real sobre el arco croata. Incluso, Hernández tuvo que bajar en más de una ocasión hasta el circulo central para tocar la pelota.
Los cambios y las modificaciones del segundo tiempo no ayudaron en nada, pues Diego Reyes se fue lesionado de un problema muscular por el poco tiempo que tuvo de calentamiento para suplir a Araujo y más tarde Salcedo se fue también por la lesión en la clavícula izquierda, la misma que se lastimó en la Copa Confederaciones y por la que requirió cirugía.
A toda la malaría que encontró el Tri en Dallas con las lesiones y el pobre funcionamiento se sumó la falta de control emocional de Miguel Layún en una jugada sin mucho peligro, pues soltó una patada dentro del área sobre Tin Jedvaj e Ivan Rakitic ejecutó de gran manera la pena máxima para vencer a Ochoa.
Este ensayo le debe servir a Osorio para entender las fallas de funcionamiento y que a meses del Mundial todavía puede regresar al que tantos éxitos le dio durante la eliminatoria, donde a pesar de que el Tri no jugaba bonito, al menos los jugadores se entendían y no prevalecía el descontrol de esta fatídica noche en Dallas, curiosamente donde hace cuatro años el Gallito Vázquez sufrió una fractura que le costó el Mundial.