Excelsior / Ciudad de México / Jueves 8 de marzo del 2018
La acusación contra Ricardo Anaya por un presunto caso de lavado de dinero en la venta de una nave industrial es la polémica reciente sobre los aspirantes presidenciales con mayor impacto en la opinión pública. Se tiende a pensar que Anaya sí está involucrado en esa irregularidad, aunque también se coincide con que el gobierno busca debilitarlo con la investigación.
Las denuncias contra José Antonio Meade por no haber sancionado desvíos de fondos en la Sedesol o las críticas a Andrés Manuel López Obrador por postular al líder minero Napoleón Gómez Urrutia al Senado son menos conocidas, según se observa en la última encuesta telefónica nacional BGC-Excélsior.
De las recientes controversias sobre los principales candidatos presidenciales, las acusaciones contra el candidato del Frente PAN-PRD-MC, Ricardo Anaya, han sido las más mencionadas espontáneamente (53%). Concretamente se alude más al caso del supuesto lavado de dinero con la venta de una nave industrial, propiedad de una empresa suya.
En menor medida se conocen señalamientos contra el candidato de la alianza PRI-PVEM-NA, José Antonio Meade (35%), centradas en acusaciones por fraude o desvío de fondos, en particular en la Sedesol. Del candidato de la alianza de Morena-PT-PES, Andrés Manuel López Obrador, pocos saben de críticas recientes (23%) referidas básicamente a la incorporación de personajes considerados deshonestos a Morena o a la amnistía a criminales (gráfica 1).
La mayoría de la población se ha enterado del mencionado caso del presunto lavado de dinero que involucra a Ricardo Anaya (60%) (gráfica 2). La mitad piensa que el candidato frentista sí está implicado y un tercio no sabe al respecto. Únicamente 17% cree que no está implicado (gráfica 3).
Acerca de la razón de las investigaciones de la PGR, tiende a pensarse más que se trata de una estrategia del PRI y del gobierno para debilitar su candidatura (37%), aunque 23% cree que se deben sobre todo a que Anaya lavó dinero con esa venta. 22% considera que ambas razones son igual de ciertas (gráfica 4).
Más de un tercio sabe de las denuncias de la Auditoría Superior de la Federación por malos manejos en la Sedesol en 2014 y 2015 (39%). Las opiniones se tienden a dividir sobre quién era el titular de esa dependencia en ese periodo, pues 37% dice que Rosario Robles y 30% que José Antonio Meade.
Al saberse que Robles era la secretaria en ese entonces, la mayoría coincide con la idea de que Meade, como su sucesor, hizo poco o nada para investigar y sancionar a quienes supuestamente desviaron fondos en la gestión previa (74%) (gráfica 5).
Sobre las denuncias del PAN contra Meade por no haber sancionado tales irregularidades, los juicios están divididos sobre si se deben sobre todo a que él, efectivamente, no castigó esos malos manejos (37%) o a que es una maniobra del blanquiazul para desviar la atención sobre el caso del supuesto lavado de dinero de Anaya (31%). (gráfica 6)
Por su parte, la postulación del líder sindical minero Napoleón Gómez Urrutia como candidato a senador por Morena es poco recordada (34%). No obstante, una vez que la población se entera esa nominación es cuestionada. Este dirigente es una personalidad medianamente identificada por la población (44%) y que causa una impresión principalmente negativa entre quienes saben de él (mala/ muy mala, 64%), ya que se le considera culpable del presunto desvío de fondos del que se le acusa (57%) (gráfica 7).
Aunque Andrés Manuel López Obrador diga que el llamado “Napito” es un perseguido político por considerarlo luchador social, la opinión pública reprueba que Morena lo esté nominando al Senado (mal, 46%) (gráfica 8).
La mayoría no sabe por qué López Obrador lo promueve, aunque quienes mencionan algo señalan sobre todo que es para conseguir dinero para su campaña y para ganar votos (gráfica 9).