Comunicado / Veracruz, Ver. / Miercoles 13 de diciembre del 2017
Como parte de su estrategia electoral, Miguel Ángel Yunes Linares utiliza a la Fiscalía General del Estado como el brazo armado, ejerciendo un acoso injustificado contra actores y partidos políticos, acusó hoy el senador Héctor Yunes Landa, al referirse al citatorio hecho por la FGE al alcalde electo de Xalapa, Hipólito Rodríguez.
“En Veracruz no hay un sistema de justicia. La procuración de justicia se ejerce sólo con fines partidistas, donde las siglas de los partidos políticos y no el Código Penal, son quienes determinan lo que debe investigarse y recibir una sanción”, señaló al tiempo que dijo que la carpeta de investigación abierta por la denuncia interpuesta a causa del uso de recursos públicos a través de la Asociación “Yúnete”, es un ejemplo de corrupción, cinismo y complicidad.
En el caso de Yúnete en Coatzacoalcos, sobran pruebas para sancionar a los responsables. La investigación que inició la Fiscalía es una burla porque se trata del mismo grupo cercano al Gobernador.
Rechazó la forma en que el alcalde electo de Xalapa, Hipólito Rodríguez, fue llamado a declarar por la Fiscalía en el caso del feminicidio del Santuario de las Garzas. Dijo que Xalapa ha sido el escenario de muchos otros crímenes de alto impacto y que hasta ahora no se han logrado resultados concretos, por lo que los verdaderos delincuentes siguen gozando de impunidad.
“Al presidente municipal electo de Xalapa no lo citaron porque tuviera información relevante del caso. Lo citaron porque es militante de Morena y no ha aceptado la presión que se ejerce en materia de seguridad pública”, señaló. Dijo también que si alguien que ha quebrantado la ley -como es el caso de varios ex funcionarios- y quiere obtener protección, basta con adherirse al PAN y actuar en función del proyecto del gobernador.
Lamentó que Veracruz se haya convertido en un espacio de revanchismo político que no respeta la pluralidad que decidieron los veracruzanos en las urnas. “Está claro que Miguel Ángel Yunes no aceptó la calificación de la gente a su gobierno y hoy utiliza a las instituciones del estado para acosar a sus adversarios o comprar a autoridades y representantes populares.