Veracruz, Ver.

     
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Pueblo de Minatitlán da último adiós al "Güero"



Omar Vázquez Valencia/Contacto Informativo / Minatitlán, Ver. / Jueves 30 de noviembre del 2017

Lágrimas, consternación y un ataúd blanco que se llevó la verdad y misterio que envolvió por más de 20 años al “Güero”.

Un féretro envuelto por un sarape de la Virgen de Guadalupe, se fue junto con los restos del hombre de piel y cabello blanco, el mismo conocido como el “turco”, “el sarape” o “el abuelo”.

Muchos los sobrenombres para una misma persona que con los primeros rayos del sol se le veía caminar sobre la avenida 18 de octubre en la colonia Santa Clara, donde a la altura del monumento a la “Madre” solicitaba una moneda.

Para las multitudes una persona lucida y en sus cinco sentidos, de alma libre y solitario que a su regreso en los alrededores del mercado “Pino Suárez” en el Centro, tendía sus colchas para ingresar a la plaza y comprar comida y tortillas.

Alimento que generalmente compartía con las palomas que lo merodeaban y protegían, ganándose también el seudónimo del “hombre de las palomas”.

Ayer antes de las 15:30 horas, fue despedido tras una noche de velación en los pasillos del mercado que lo acogió como el hijo prodigo y quizá vigilante nocturno, sus restos fueron enviados en una carroza a la iglesia “Cristo Rey” donde el párroco en turno ofició la misa pidiendo por su eterno descanso.

El llanto y consternación era lo que imperaba, nadie daba crédito a la crueldad con la que acabaron con los días de el “güero” un hombre que con ninguno se metía y demostraba siempre educación para su prójimo.

Minutos antes de las 17:00 horas, llegó el contingente que escoltaba al personaje a las instalaciones del panteón municipal de la colonia Miguel Hidalgo, decenas de personas caminaron detrás del féretro, algunos demostrando la rabia y dolor que generó el homicidio, otros más susurrando entre la multitud el clamor de justicia.

El ataúd descendió a su última morada en una profundidad a los tres metros acompañado de su Virgen de Guadalupe de la que era seguidor, según dijeron quienes lo conocieron.

Entre una y otra palabra, con el llanto, aplausos y globos color blanco y azul que soltaron dolientes se dio la orden de tapar el sepulcro de un indigente del que se cuentan muchas historias entre ellas las de su originen.

Historias entre las que destacan que “el güero” empezó a deambular tras perderlo todo en el terremoto del 85 en la ciudad de México, incluso a su propia familia.

Otra más la del dolor que sufrió al perder a su esposa e hijos en un accidente que les costó la vida y una más que argumenta se trató de un investigador que a su llegada a Minatitlán decidió no marcharse para vivir su aislamiento lejos de toda familia o conocidos.

Lo cierto del caso es que no existe un documento que pueda comprobar la identidad del “hombre de las palomas” ni mucho menos su origen.

Contrario a esto lo que existe es la sed de justicia de un pueblo que pide a la Fiscalía General del Estado (FGE) dar con el paradero del sujeto que el pasado lunes por la noche roció combustible al indigente para después prenderle fuego, muriendo 15 horas más tarde en el Hospital General de Minatitlán (HGM) al no resistir las heridas de segundo grado en medio de un atentado deshumano y nunca antes visto en la zona.

Así es como concluye una historia en el municipio y de la que se espera tenga un final con resultados de justicia terrenal.