Excelsior / Madrid, España / Viernes 20 de octubre del 2017
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó hoy aquí que la situación en Cataluña es “disparatada” y que el consejo de ministros extraordinario convocado para mañana en Madrid busca “devolver la legalidad y recuperar la normalidad constitucional” en la comunidad autónoma.
"No puede haber un sitio del país en el que no funcione la ley", declaró Rajoy en rueda de prensa, al final de una cumbre de dos días con sus homólogos de la Unión Europea.
Rajoy se negó a precisar las medidas que serán adoptadas para hacer aplicar el artículo 155 de la Constitución española, que prevé la suspensión de la autonomía de un territorio, así como el período durante el que estarán vigentes.
Por otra parte, insistió en que el proceso “no presupone usar la fuerza”.
"Es un instrumento recogido en la Constitución y similar a las de otros países europeos. El límite, si es temporal, no está determinado, pero importa recuperar la legalidad instituciona", explicó.
Aseguró que la decisión de suspender la autonomía a Cataluña es el último recurso de Madrid para hacer cumplir la ley al gobierno regional (Generalitat), que promovió un referéndum independentista pese a la prohibición de la Corte Constitucional española.
"Hemos sido muy pacientes, hemos intentado por todos los medios no llegar a una situación difícil, pero comprenderá que hemos llegado a una solución límite", dijo.
También culpó al presidente de la Generalitat, Carles Puidgemont, de la salida de cientos de empresas de Cataluña.
"Esto puede afectar y mucho a la economía de Cataluña, y esto es por decisiones irresponsables de esos dirigentes políticos que han sido incapaces de estar a la altura de las circunstancias", aseveró.
"Cuando uno se entrega a los extremistas y radicales pasa lo que está sucediendo en estos momentos en nuestro país", añadió.
Rajoy se lleva de Bruselas el apoyo de los demás líderes europeos, quienes fueron unánimes en defender el respecto de la Constitución española y calificar la crisis catalana como un problema interno de España.