Excelsior / Ciudad de México / Lunes 18 de septiembre del 2017
La reconstrucción de Houston tras el paso del huracán Harvey requerirá de “un ejército de trabajadores, la verdad, la verdad, en su mayoría indocumentados”, dice a Excélsior Rodolfo E. H. desde la zona devastada.
Pese a que el estado de Texas se ha caracterizado por la retórica y la iniciativa antiinmigrantes SB4, quienes tienen la experiencia para levantar a Houston “somos los inmigrantes latinos, casi todos centroamericanos y mexicanos, y pues sí, indocumentados”.
Rodolfo residió hasta 2001 en la colonia Santa Martha Acatitla, de la Ciudad de México, aunque nació en la colonia Gabriel Ramos Millán.
Ese año llegó a Houston y desde entonces se ha convertido en un experto en reconstrucción después del azote de huracanes y tormentas.
"Calculo que así, de entrada, se van a necesitar, por lo menos, entre nueve mil y diez mil trabajadores”, comentó el obrero al que ya le ha tocado reconstruir zonas dañadas luego del paso de la tormenta tropical Allison y los huracanes Katrina, Rita, Ike y, ahora, Harvey.
Con su teléfono en mano mientras recorría la zona
azotada, Rodolfo mostró a Excélsior el trabajo urgente que se requiere:
"Primero cavar una zanja alrededor de las propiedades rescatables para meter ahí papel absorbente que reduzca la humedad y luego, ya seco, reconstruir, pero esto debe ser rápido”, dice.
De ser aplicada la Ley SB4, detenida por un tribunal cuando apenas iba a entrar en vigor, se revertiría ahora contra el propio estado de
Texas.
Esa ley “nos afecta entre comillas”, dijo Rodolfo, quien acababa de cambiar un cheque y ver cuando policías metropolitanos de Houston detuvieron a un inmigrante hasta que sus familiares llevaron documentos que demostraban que es residente legal en el país.
Pero en cuanto al trabajo de reconstrucción, podrían presentarse circunstancias distintas “porque vienen empresas y contratistas de otros estados y, aunque muchos traen cuadrillas, se apoyan en nosotros”.
Rescatar y levantar la zona que destruyó el huracán Harvey “va a llevar por lo menos seis meses, y luego todavía va a faltar acabar detalles”, explicó.
Miles de jornaleros también son contratados por unas horas, por días o para una obra en particular. La mayoría es especialista en algún tipo de trabajo, desde resanar paredes hasta plomería y torno.
Rodolfo opina que las autoridades de migración y las policiacas que les ayudan a detener indocumentados probablemente se abstendrán de ingresar a las zonas de trabajo mientras se reconstruyan las áreas críticas, “pero yo creo que van a estar pendientes cuando salgamos de esas áreas”.
Desde que Harvey tocó tierra en Estado Unidos no se han mencionado detenciones de migrantes en el área.
Por el contrario, una operación nacional con la que la oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) planeaba detener a unos ocho mil 500 indocumentados hace unas semanas, la Operación Mega, fue pospuesta, de acuerdo con memorándums internos del ICE, por el impacto de los huracanes Harvey e Irma.
Rodolfo piensa que todo un ejército de trabajadores inmigrantes latinos, “muchos indocumentados, nos vamos a tener que separar para levantar Houston y el oeste de Florida, donde Irma causó destrucción”.
Marianela Acuña, de la organización Fe y Justicia en Houston, dijo a Excélsior vía telefónica que hay un consenso acerca de que, para reconstruir el área, “vamos a tener que echar mano, necesariamente, de los trabajadores inmigrantes, también de los indocumentados”.
"Nosotros somos parte de una coalición que incluye a empresas responsables y universidades en Texas, y todos estamos de acuerdo en que no vamos a poder levantar la zona devastada sin la ayuda de los trabajadores inmigrantes”, dijo.
Fe y Justicia es parte de la Red Nacional de Jornaleros NDLON, que incluso podría movilizar contingentes de otros estados si se les requiere, si no fuera por el riesgo y las limitaciones que se autoimpone Texas con la Ley SB4.
Acuña considera, “con base en la experiencia con huracanes anteriores, que vamos a necesitar alrededor de nueve mil trabajadores para reconstruir”.
La referencia que tiene la NDLON como parámetro es que, cuando la tormenta Sandy azotó hace dos años a Nueva York y Nueva Jersey, esa agrupación capacitó a seis mil trabajadores, “pero el daño esta vez en Houston es mayor que el que produjo Sandy, así que pensamos que se van a necesitar más trabajadores”, dijo Acuña.
Sin embargo, si llegaran a necesitarse, en Houston se incorporaría un número aún incalculable de trabajadores sin capacitar.
Houston es la zona urbana texana con la mayor comunidad indocumentada, de 575 mil personas, seguida de Dallas, con 475 mil personas, de acuerdo con el Centro nacional de Investigaciones Pew.
El trabajo para levantar la zona devastada en Houston podría llevar hasta entrada la primavera de 2018 y, mientras tanto, dijo Rodolfo E.H., “nosotros aquí, mire, somos a los que nos toca levantar estos daños que causa la madre naturaleza”.