Eje Central / Venecia, Italia / Sabado 9 de septiembre del 2017
“La silueta en el agua”, una magistral y delicada fábula de amor entre una princesa muda y una extraña bestia anfibia, hechizó al público y a la crítica del festival.
Ambientada en 1962, en plena Guerra Fría, cuenta la historia de una joven muda, Elisa ( Sally Hawkins), cuyos únicos amigos son una compañera de trabajo negra y un vecino gay. En una oda a la diferencia, se trata del “antídoto perfecto contra el cinismo”, reconoció el director.
“Tengo 52 años, peso 110 kg e hice más de 10 películas”, dijo con el premio en la mano.
Aún así, añadió, esto no le impidió hacer algo diferente.