Excelsior / / Viernes 1 de septiembre del 2017
El segundo comandante del Clan del Golfo, la principal banda criminal de Colombia dedicada al narcotráfico, la minería ilegal y el tráfico de migrantes, murió en un combate con las Fuerzas Armadas en una zona selvática del noroeste del país, informó el viernes el presidente Juan Manuel Santos.
Roberto Vargas, alias "Gavilán", murió el jueves en una zona rural del municipio de Turbo, en el departamento de Antioquia, cerca a la frontera con Panamá, en donde combatió con varios de sus escoltas que huyeron.
"Era uno de los objetivos de altísimo valor para nosotros, hacía mucho tiempo estábamos detrás de él porque tiene una trayectoria de más de 20 años", dijo en una declaración Santos, quien reveló que por el jefe de la banda criminal se ofrecía una recompensa de más de 166 mil dólares.
"Es el resultado más importante logrado contra esta organización en los últimos dos años", afirmó. En ese lapso, las Fuerzas Armadas han confiscado 100 toneladas de cocaína y han capturado a mil 500 de los integrantes de la banda, la mayoría exmiembros de grupos paramilitares que se desmovilizaron, agregó.
Vargas, quien tenía órdenes de captura por homicidio, desplazamiento forzado, porte ilegal de armas y concierto para delinquir, falleció cuando intentaba llegar por una ciénaga en una lancha a uno de sus escondites después de ver el partido entre Colombia y Venezuela por la eliminatoria Sudamericana clasificatoria al Mundial, precisaron las autoridades.
El Clan del Golfo es considerado una poderosa organización criminal y por su máximo y prófugo líder Darío Antonio Úsuga, Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta cinco millones de dólares.
Las bandas criminales son actualmente la principal amenaza para la seguridad del país sudamericano después del acuerdo de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y de que el Gobierno autorizó en el 2016 bombardeos contra esas organizaciones como parte de su estrategia para combatirlas y desarticularlas.