Excelsior / España / Miercoles 30 de agosto del 2017
Más de 20 mil personas participaron el miércoles en la anual Tomatina, una fiesta en las calles de un pueblo en el este de España donde los asistentes se arrojan toneladas de tomates maduros hasta terminar bañados en pulpa roja.
Este año se tomaron medidas adicionales de seguridad en Buñol, tras los ataques extremistas registrados este mes en Barcelona y alrededores.
Hasta la localidad se llevaron 160 toneladas de tomates en camiones para que la gente arrojara en una batalla campal, que dura en torno a una hora y requiere el pago de una entrada de unos 12 dólares.
Algunos participantes, entre los que hay muchos extranjeros, utilizan gafas de natación para protegerse los ojos.
Cuando la refriega termina a mediodía, los organizadores limpian las calles con mangueras en cuestión de minutos, mientras que los participantes utilizan duchas públicas.
El evento se celebra en una región donde se cultivan tomates, inspirado por una guerra de comida entre niños locales en 1945.