Excelsior / Washington, EU / Miercoles 16 de agosto del 2017
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sufrido una desbandada de importantes consejeros en los sectores empresarial y político a raíz de su postura sobre los disturbios raciales ocasionados por supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia.
Altos ejecutivos empresariales y prominentes asesores abandonaron el Consejo de Fabricantes Estadunidenses y el foro de política y estrategia del gobierno de Trump.
El propio mandatario estadunidense anunció hoy, a través de su cuenta de Twitter, el cierre de ambas consejerías.
"Más que meter presión a los empresarios del Consejo de Fabricantes Estadounidenses y el Foro de Estrategia y Política, voy a acabar con ambos. ¡Gracias a todos!", escribió Trump.
Un total de siete líderes empresariales renunciaron en los últimos días por la tibia reacción del presidente norteamericano a los sucesos de Charlottesville, donde un neonazi fue detenido por matar el fin de semana a una mujer al arrollar con su vehículo a un grupo de manifestantes antifascistas que protestaban contra la marcha de supremacistas.
Poco antes de que el mandatario anunciara la eliminación de esos dos foros, la consejera delegada de la empresa de alimentación Campbell Soup, Denise Morrison, informó de que renunciaba a su puesto en el Consejo de Fabricantes Estadunidenses.
"El racismo y el asesinato son inequívocamente reprobables y no son moralmente equivalentes a cualquier otra cosa que sucedió en Charlottsville", afirmó Morrison en un comunicado.
"Creo que el presidente debería haber sido -y aún debe serlo- inequívoco en ese punto", subrayó la consejera delegada del famoso fabricante de sopas.
En una especie de efecto dominó, el primero en dimitir fue Kenneth C. Frazier, presidente de la farmacéutica Merck, quien argumentó que sentía la responsabilidad de tomar una posición contra la intolerancia y el extremismo.
REACCIÓN EN CADENA
Tras Fraizer hicieron lo mismo Brian Krzanich, director general de Intel; Kevin Plank, CEO de Under Armour; Scott Paul, presidente de la Alianza para las Manufacturas Americanas, e Inge Thulin, presidente ejecutivo de 3M.
Krzanich justificó su renuncia "para llamar la atención sobre el grave daño que el clima político está causando en asuntos críticos" y pidió a "los líderes" que "condenaran" la violencia supremacista de Charlottesville.
Por su parte, Plank escribió en su cuenta de Twitter:
"Nos mantenemos firmes en nuestro potencial y habilidad de mejorar la industria estadunidense. Sin embargo, Under Armour se dedica a la innovación y al deporte, no a la política".
En un escueto mensaje divulgado en su cuenta de Twitter, Paul se limitó a justificar su renuncia con el argumento de que "es lo correcto", sin ahondar en mayores explicaciones.
Thulin hizo lo propio a nombre de 3M.
"Después de una cuidadosa consideración, creo que la iniciativa ya no es un vehículo efectivo para que 3M avance estos objetivos", afirmó Thulin en un tuit enviado por 3M.
PRIMEROS DESERTORES
En febrero pasado, Travis Kalanick, cofundador de Uber, anunció su dimisión como consejero de Trump en respuesta al veto migratorio implementado por su gobierno.
El emprendedor sudafricano Elon Musk, dueño de Tesla Motors y otras compañías del sector tecnológico, y Robert Iger, presidente ejecutivo de Disney, se apartaron del equipo de consejeros de Trump en junio luego de que el mandatario anunciara la salida de Estados Unidos del acuerdo climático de París.