Excelsior / Ciudad de México / Sabado 22 de julio del 2017
Tras una audiencia de 12 horas, el juez federal Gerardo Moreno García vinculó a proceso a Javier Duarte de Ochoa por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita. El exgobernador de Veracruz permanecerá en prisión preventiva en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
El juzgador fijó a la Procuraduría General de la República (PGR) un plazo de seis meses, el cual vence el 22 de enero de 2018, para completar y cerrar la investigación contra Duarte y enjuiciarlo por ambos ilícitos.
Al explicar el sentido de su decisión, Moreno García detalló que su fallo no es una sentencia condenatoria, pues al momento sólo existe la probabilidad de que el exmandatario se haya visto involucrado en la comisión de actos delictivos, lo cual deberá ser comprobado plenamente por la PGR durante el proceso.
"Lo que he señalado no es una sentencia. No he dicho que usted es plenamente responsable. Ahora existe la probabilidad de que usted cometió el delito. La investigación está en marcha”, le dijo el juez al acusado.
Durante la audiencia, la PGR solicitó la vinculación a proceso de Javier Duarte por delincuencia organizada y lavado de dinero por alrededor de mil 670 millones de pesos, luego de presentar ante el juez un total de 82 datos probatorios que involucran directamente al exgobernador con esos hechos ilícitos.
Incluso, en el desarrollo de la audiencia en la Sala Uno del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte, salieron a relucir, además del presunto desvío de dinero, la compra de joyas, embarcaciones y departamentos en diversas regiones del país; una de ellas para una mujer identificada como Xóchitl Tress, “presuntamente pareja sentimental” de Duarte de Ochoa.
Tras formular las imputaciones, el Ministerio Público explicó la forma en que Duarte operaba, en complicidad con amigos cercanos, mediante la triangulación de dinero entre proveedores gubernamentales y empresas fachada, utilizando dependencias estatales como las secretarías de Educación, la de Salud y la de Desarrollo Agropecuario.
La Fiscalía explicó que los proveedores junto con las empresas fantasma simularon contratos para transferir sumas que oscilaban entre los cien y 600 millones de pesos a otro grupo de compañías creadas por órdenes del hoy exmandatario estatal.
"Se pide la vinculación a proceso de JDDO. El pueblo de Veracruz y México lo exigen. Los daños deben ser reparados. Se busca no permitir que cualquier exgobernador quede exento de la justicia. El imputado vulneró la seguridad nacional y el sistema financiero”, precisó el fiscal, Pedro Guevara.
Además se anunció que se pedirá al gobierno de Suiza información sobre cuentas bancarias así como bienes muebles e inmuebles que Javier Duarte tiene registrados a su nombre en esa nación europea.
En contraparte, la defensa de Javier Duarte, encabezada por el abogado Marco Antonio del Toro, sostuvo que el Ministerio Público de la Federación quería reformular su imputación tras los errores presentados durante la audiencia del lunes pasado.
"No debe permitirse que el Ministerio Público busque modificar lo que dijo el lunes; buscan desdibujar lo dicho antes y hacer una nueva imputación. No me explico cómo hoy viene a cambiar lo incambiable”, sostuvo durante la audiencia.
TESTIGO AUSENTE
A pesar de que el lunes pasado se solicitó su presencia ante la justicia federal, Alfonso Ortega López, uno de los testigos principales en el caso Duarte, no acudió ayer a la audiencia.
Ante esto, el juez Gerardo Moreno exigió que, cuanto antes, Ortega López justifique su ausencia ante el Juzgado, pues de lo contrario se ordenará su arresto.
El testigo había acusado ante la PGR al exgobernador de Veracruz de liderar una agrupación criminal para el desvío de recursos y por una serie de actos en Veracruz.
Minutos antes de concluir la audiencia, Marco Antonio del Toro anunció que en los próximos días apelará ante un Juzgado de Amparo la determinación del juez Gerardo Moreno García que vinculó a proceso a su cliente.
ESCUCHÓ EN SILENCIO TODAS LAS NEGATIVAS DEL JUEZ DE CONTROL
Con semblante preocupado y un constante y nervioso movimiento de manos, el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, escuchó cada una de las imputaciones que por lavado de dinero y delincuencia organizada le formuló la PGR.
A diferencia de otras audiencias judiciales, en esta ocasión Duarte de Ochoa evitó a usar la palabra y se limitó a decir, las tres ocasiones en que el juez le preguntó su parecer: “Me adhiero a lo que dice mi abogado”.
Minutos después de las 10:00 horas, vestido con el uniforme color caqui de los reos, Javier Duarte ingresó a la Sala de Juicio Oral del Reclusorio Norte acompañado por seis abogados encabezados por Marco Antonio del Toro. En la parte contraria lo aguardaban seis agentes del Ministerio Público y un representante de la Secretaría de Hacienda.
“¡Todos de pie, el juez Gerardo Moreno ingresa a la sala!”, se escuchó la exclamación de una mujer al tiempo que quienes se encontraban en el salón se paraban como muestra de respeto a la autoridad judicial.
Segundos después, el juez, un hombre de tez morena, con anteojos, estatura media y vestido con la toga judicial, ingresó por la puerta lateral del recinto para tomar su lugar e iniciar la audiencia de vinculación a proceso, agendada apenas cinco días antes.
Se trató de una audiencia en la que, a diferencia de la del lunes pasado, cuando se evidenció la falta de preparación sobre el caso por parte de los fiscales, hubo
constantes reveses a los argumentos esgrimidos por el litigante Marco Antonio del Toro en defensa de su cliente.
Primero se permitió que estuviera presente el representante de la Secretaría de Hacienda, después de que Del Toro hiciera una solicitud al juez para que el funcionario fuera retirado de la audiencia, bajo el argumento de que no era una víctima. La solicitud fue rechazada.
Luego, el equipo legal de Duarte buscó que el testimonio de Alfonso Ortega fuera rechazado, pues aceptó acusar al exgobernador ante la PGR a cambio de no ser procesado. El juez también negó la petición.
Las negativas continuaron pues aunque el juzgador coincidía con algunos puntos de la defensa, en lo fundamental sus peticiones eran rechazadas o la balanza se inclinaba hacia los argumentos de la PGR.
El rostro de Duarte palideció tras escuchar el nombre de Xóchitl Tress, exdirectora de Espacios Educativos en Veracruz y, quien según la PGR, presuntamente fue amante del exgobernador y además se benefició de los desvíos realizados a través de empresas fantasma.
Poco a poco los fiscales fueron ganando terreno durante la audiencia y la mayoría de sus 82 datos probatorios tuvieron el visto bueno del juez quien si bien destacó algunas inconsistencia o fallas, avaló las acusaciones contra Javier Duarte.
El golpe del mallete resonó en toda la sala y tras 12 horas de audiencia en la que se debatieron argumentos jurídicos y se pusieron en duda pruebas incriminatorias, el juez Gerardo Moreno había considerado que las imputaciones eran suficientes para que Duarte de Ochoa enfrentara un juicio, el primer caso de gran polémica dentro del Nuevo Sistema de Justicia.