El Intransigente / Brasil / Lunes 10 de julio del 2017
Una adolescente brasileña quiso conocer lo que se sentía lucir un llamativo de color verde, pero en vez de decidir utilizar un lente de contacto, decidió ponerse lo que tenía más a su alcance, que en este caso resultó ser el ojo de una muñeca.
No pasó mucho antes de que la niña se arrepintiera de su decisión, tampoco para que su madre decidiera grabar el momento de dolor de su hija y convertirlo en un suceso tragicómico en las redes sociales.
Después de varios intentos y muchas lágrimas, el ojo de plástico por fin salió.