Restaurante “La Bamba”, al borde de la quiebra

Alejandra Herrera / Veracruz, Ver. / Jueves 6 de julio del 2017

El propietario del restaurante “La Bamba”, José Gómez Ortiz, reconoció que está al borde de la quiebra ante el cierre que se hizo de su negocio por el atentado en contra del coordinador de la Policía Federal, Juan Camilo Castagne, pero el gobernador Miguel Ángel Yunes respondió que por el momento continúan las investigaciones de los hechos y no es viable reabrirlo, pues se analizan todas las pruebas que se puedan encontrar como huellas dactilares.

Señaló, que se tratará de acelerar al máximo las investigaciones, pero se tienen que analizar todas las posibles pruebas por parte de las autoridades correspondientes.

El dueño del local señaló, que esta situación les ha afectado de manera importante, sobre todo en cuanto a las pérdidas económicas y hasta el momento no ha una definición de cuándo abrirá, por lo que están a punto del colapso.

“No nos han dicho, me dicen que en pocos días más, pero bueno, quisiera yo también que me dieran alguna fecha. Mis ventas han bajado un 85 por ciento”, esto en el restaurante que se habilitó temporalmente en la parte de atrás de La Bamba, que asegura que no es lo mismo que estar en su local, el cual es muy conocido por la gente.

Señaló, que desde hace varios días iniciaron las investigaciones y actualmente sólo está cerrado.

Por el momento ya no han ido más corporaciones a investigar, por lo que piden que entonces se abra.

Negó que esté recibiendo algún tipo de amenaza y dijo que él lo único que quiere es trabajar o se unirá a las filas del desempleo.

“Que nos ayuden a abrir por favor, necesitamos trabajar, dependemos de aquí muchas familias, aparte todas las otras personas que vienen, viene el de las tortillas, los señores del refresco, todos los proveedores que tenemos”.

Dijo, que ya habló con sus trabajadores y de seguir así la situación cerrará el local después de esta semana y la que sigue.

El restaurante tiene 21 años y dijo que nunca había ocurrido algo similar. Mientras tanto, ellos han colaborado con las autoridades que investigan el caso en todo lo que han requerido.

Previo al cierre, el restaurante recibía a unos 250 clientes al día y en la actualidad, en la parte de atrás, “sólo nos hacen el favor de venir unos 20 a 30 clientes”.

“Los clientes que han venido, la mayoría vienen con sus hijos, y nos están ayudando, nos dan la confianza y palabras de aliento”.