Excelsior / Londres / Viernes 16 de junio del 2017
La Policía de Londres informó que este viernes ascendió a 30 la cantidad de muertos por el incendio que consumió el miércoles un edificio de viviendas, ubicado en esta ciudad inglesa.
Alrededor de la 01:00 de la madrugada de este miércoles (hora de Londres), el fuego comenzó a abrasar la Torre Grenfell y se propagó rápidamente por las 24 plantas y sus 120 apartamentos.
"Al menos 30 personas murieron como resultado de este incendio y 12 de las víctimas han sido llevadas a la morgue”, dijo el comandante de la Policía Metropolitana Scotland Yard, Stuart Cundy.
Las labores de rescate continúan, en un intento por recuperar los cuerpos de las personas que quedaron atrapadas por el incendio.
“Trataremos de recuperar (los cuerpos) tan pronto sea posible”, afirmó Cundy, quien respondió a pregunta expresa de los reporteros que “no hay nada que sugiera que el incendio fuera deliberado”.
Los familiares de las víctimas del incendio exigen justicia, mientras que los principales diarios demandan “cárcel a los asesinos”.
Los medios más mesurados señalaron que el número de víctimas fatales podría aumentar a 100, mientras los cuerpos de rescate inspeccionen la endeble estructura de metal que quedó prácticamente carbonizada.
Familiares de las víctimas esperan ansiosos noticias de las autoridades policiales sobre sus seres queridos que desde los teléfonos celulares pedían auxilio para ser rescatados de los pisos superiores.
Sin embargo, la policía señaló que “muchas víctimas no podrán ser identificadas” debido a la ferocidad del incendio que habría alcanzado temperaturas de hasta 1000 grados centígrados.
Entre los desaparecidos figura una familia completa de seis miembros, una niña colombiana de 12 años y una joven pareja italiana.
Unas 800 personas, la mayoría inmigrantes muy humildes, vivían en el edificio construido en 1974, en una sección obrera del riquísimo distrito de Kensington y Chelsea, a escasa distancia del barrio bohemio y animado de Notting Hill.
El fuego obligó a los vecinos a huir en medio de un humo espeso por la única escalera, saltar por las ventanas o, incluso, lanzar a sus hijos para alejarlos de las llamas.
La primera ministra británica, Theresa May, ordenó una investigación independiente para determinar las causas del siniestro.
Mientras tanto, las críticas van en aumento contra la funcionaria, quien no ha visitado a las familias afectadas, ni a los heridos que fueron trasladados a los distintos hospitales de la zona.
Medios locales dieron a conocer la víspera el nombre de la primera víctima identificada, se trata de Mohammed Alhajali, un refugiado sirio, de 23 años, que era estudiante de ingeniería civil.
Los vecinos denunciaron en numerosas ocasiones que el edificio no estaba preparado para un incendio, y la velocidad a la que se propagó el fuego ha sido relacionada con un revestimiento instalado en una renovación en 2016 y que pudo haber actuado como una chimenea.
La reina Isabel II acudió al Centro Deportivo Westway, que es utilizado como albergue temporal para los sobrevivientes al siniestro y quienes se han quedado sin un lugar para vivir.