Excelsior / El Cairo / Miercoles 19 de abril del 2017
La salida de combatientes y civiles de los pueblos de mayoría chií de al-Foua y Kefraya, en el norte de Siria, y de áreas próximas a Damasco se reanudó hoy tras el atentado del pasado sábado contra un convoy de evacuados en el que murió más de un centenar de personas.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó que 45 autobuses con 3 mil personas, entre ellas 700 combatientes leales al Gobierno sirio, abandonaron al amanecer al-Foua y Kefraya, sitiados por facciones islámicas entre las que figura el Organismo de Liberación del Levante, la alianza de la exfilial de Al Qaeda.
Esta caravana de vehículos se dirige a la ciudad de Alepo, bajo el control del Ejército sirio.
Mientras, 11 autobuses con 158 personas, en su mayoría civiles, salieron de áreas al noroeste de Damasco, así como otras 60 de los montes del este de la población de Al Zabadani y cien milicianos de la zona de Sargaya, en dirección a la provincia de Idleb, dominada casi totalmente por las facciones.
La ONG apuntó que de esta manera se completa una nueva etapa del acuerdo logrado en marzo pasado entre las autoridades y grupos rebeldes para la evacuación de las localidades asediadas de al-Foua, Kefraya, Madaya y Al Zabadani, así como de zonas de la periferia de Damasco.
La agencia de noticias oficial siria, SANA, confirmó también la salida de 45 autobuses con 3 mil personas de al-Foua y Kefraya; y la de 11 vehículos con 500 combatientes y sus familiares de Al Zabadani.
Los evacuados de al-Foua y Kefraya serán alojados en el centro de acogida temporal de desplazados de Yibrin, en Alepo; mientras que las personas que han salido de Al Zabadani irán a Idleb, explicó SANA.
Antes de salir, los milicianos de Al Zabadani quemaron sus bases y destruyeron sus municiones en la ciudad, agregó.
La televisión oficial siria informó que tras la evacuación de "los armados" de Al Zabadani, el ejército nacional irrumpió en ella y la declaró "libre de terroristas".
Las primeras evacuaciones se realizaron el fin de semana pasado, pero se interrumpieron después de que al menos 126 personas de al-Foua y Kefraya perdieran la vida en un atentado contra los autobuses en los que se trasladaban en el área de Rashidin, en el extrarradio de Alepo, que no ha sido reivindicado por ningún grupo.
Estas evacuaciones se enmarcan dentro de la estrategia del Gobierno sirio de alcanzar lo que denomina "procesos de reconciliación nacional".
Dichos procesos son, en la práctica, acuerdos de rendición que se aplican en áreas sitiadas y que se alcanzan tras negociaciones entre las autoridades y grupos rebeldes locales.
Normalmente se implementan en áreas rodeadas por los leales al presidente sirio, Bashar al Assad, aunque también se han dado casos, como el de los pueblos de mayoría chií de al-Foua y Kefraya, sitiados por grupos islámicos, entre ellos el Organismo de Liberación del Levante.