Excelsior / Guatemala / Lunes 17 de abril del 2017
Pálido y visiblemente cansado Javier Duarte, el exgobernador de Veracruz, México, quien había huido de la justicia de su país, llegó a la capital guatemalteca la madrugada del domingo, tras ser detenido la noche del sábado a unos 140 kilómetros de la capital.
Duarte fue capturado al oeste de la capital guatemalteca, tras una orden de aprehensión solicitada por la fiscalía del país centroamericano a petición de la Procuraduría General la Republica de México, que le acusa de los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Tras su detención y de que un juez le hiciera saber el motivo de su captura, Duarte fue trasladado a la capital y recluido en la prisión de Matamoros, ubicada dentro de un cuartel militar.
El exgobernador de Veracruz de 43 años, llegó a la capital custodiado por dos docenas de policías guatemaltecos y a su ingreso a prisión dijo "No tengo comentarios, gracias" a preguntas de The Associated Press.
Pero… ¿Qué encontró Duarte en la prisión de Matamoros?
En junio de 2016 medios de comunicación locales informaron de la rehabilitación de la cárcel en el Cuartel de Matamoros ante el hacinamiento que se tiene en la cárcel del Cuartel Mariscal Zavala.
El exgobernador fue recluido en una prisión con dos secciones, la primera tiene capacidad para 16 internos; la segunda, tiene espacio para ocho reclusos, su capacidad máxima son 32 internos.
Cada celda mide 3.70 metros de largo por 2.70 metros de ancho, tiene dos literas construidas con planchas de cemento, además de un sanitario y una ducha, destacó Prensa Libre; sin embargo, si a Duarte se le recluye en la segunda sección, ahí hay una regadera y un baño, que debe ser compartido por ocho reos.
La vigilancia corre a cargo de elementos del Sistema Penitenciario (SP); pese a que la prisión está dentro de un cuartel militar, éstos no interfieren en la logística del centro de reclusión.