Excelsior / Ciudad de México / Viernes 17 de marzo del 2017
Un aumento a los gastos de defensa y seguridad nacional, pero una reducción a los de diplomacia y programas domésticos, incluso de infraestructura y beneficencia, propuso el presidente Donald Trump en su primer proyecto de presupuesto anual.
El proyecto de presupuesto total, de 1.15 millones de millones de dólares, era esperado con interés en el Congreso, que tiene la última palabra y donde se cree que enfrentará la oposición de numerosos legisladores, incluso del Partido Republicano.
El mandatario presentó un incremento de 52.3 mil millones de dólares en programas para el gasto militar y 1,700 millones de dólares para el Departamento de Seguridad Nacional, específicamente para reforzar sus funciones contra inmigración y contrabando.
El mayor gasto será compensado por reducciones en los presupuestos del Departamento de Estado y de ayuda internacional, que pierden 28.7 por ciento; el proyecto reduce 31% el presupuesto de la Agencia de Protección Ambiental y elimina los aportes estadunidenses a programas de la ONU contra el cambio climático. El Departamento de Trabajo también ve reducido su presupuesto en 20.7%.
El Instituto Nacional de Salud, que financia gran parte de la investigación médica del país, perdería casi seis mil millones de dólares y otras dependencias gubernamentales consideradas como menores pierden la mayor parte de su financiamiento, incluso la Fundación Nacional para las Artes y la Corporación de Radiodifusión Pública.
La propuesta fue considerada como un “mapa” de lo que busca y propone el mandatario, que de acuerdo con sus propios funcionarios, se basó en sus propuestas de campaña. Un plan más completo será presentado en mayo y de ser aprobado, tendría efecto a partir de octubre de 2017. “Para redactarlo usamos las propias palabras del Presidente”, dijo Mick
Mulvaney, director de la Oficina de Administración y Presupuesto del gobierno.
De acuerdo con Mulvaney, la idea es reducir el tamaño del gobierno federal, eliminar los programas redundantes, hacer que las dependencias sean más eficientes y deshacerse del dispendio.
Las primeras reacciones señalan, sin embargo, que la propuesta puede encontrar resistencia no sólo de los demócratas, sino entre los miembros de las mayorías republicanas en las dos cámaras del Congreso.
El mandatario prometió invertir un millón de millones de dólares en la construcción de infraestructuras, y su primer presupuesto propone recortes de 2.4 mil millones de dólares a programas federales de transporte que financian ferrocarriles, carreteras y servicios aéreos.
LEGISLADORES NO APOYAN A TRUMP
No hay indicios de que la Torre Trump fuera “objeto de espionaje” por parte del gobierno federal antes o después de las elecciones presidenciales de 2016, aseguraron ayer los dos miembros de mayor rango en la Comisión de Inteligencia del Senado, lo que contradice de manera directa las acusaciones del presidente Donald Trump.
“Con base en la información que tenemos disponible, no vemos indicios de que la Torre Trump haya sido objeto de espionaje por ningún elemento del gobierno de Estados Unidos, ya sea antes o después de las elecciones de 2016”, indicaron los senadores Richard Burr, republicano de Carolina del Norte, y Mark Warner, demócrata de Virginia, en un escueto comunicado conjunto.
No obstante, no quedó esclarecido de inmediato el motivo que provocó el comunicado de los senadores. Burr y Warner fueron algunos de los ocho líderes del Congreso que fueron informados el viernes por el director del FBI, James Comey. Los senadores se unieron a un creciente grupo bipartidista de legisladores que han disputado de manera pública las acusaciones de Trump, realizadas en una serie de tuits hace más de dos semanas.
El mandatario acusó al expresidente Barack Obama de intervenir los teléfonos en su rascacielos de Nueva York y comparó el incidente con el Watergate. En una entrevista el miércoles con Fox News, Trump dijo que se enteró de las supuestas intervenciones por reportes noticiosos que se referían a comunicaciones interceptadas, a pesar del hecho de que él y sus asesores han criticado públicamente las noticias acerca de que las agencias del gobierno indagan los contactos entre personas cercanas a Trump con funcionarios rusos. El mandatario indicó que habrá “algunos temas muy interesantes que saldrán a relucir en las próximas dos semanas”.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, también arremetió contra las acusaciones. “Ya dejamos claro eso”, dijo Ryan, quien agregó que recibió un informe en el que no había evidencia para respaldar las acusaciones de espionaje de Trump.
-AP
MARYLAND TAMBIÉN BLOQUEA VETO MIGRATORIO
El nuevo veto migratorio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra los ciudadanos de seis países de mayoría musulmana no pudo entrar ayer en vigor, después de que lo bloquearan jueces federales, primero de Hawai y luego de Maryland. En éste último estado, una corte emitió ayer la suspensión preliminar de una disposición clave de la orden ejecutiva, que impondría un congelamiento durante 90 días en la emisión de visas para ciudadanos de Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen. El juez Theodore Chuang aseguró que los demandantes tienen posibilidades de éxito en su reclamo, que considera que la orden viola la prohibición de discriminación religiosa establecida en la Constitución, porque los seis países afectados son en su mayoría musulmanes.
Un juez federal de Hawai había frenado el miércoles el nuevo veto migratorio. Derrick Watson emitió una orden de restricción temporal similar, pero más amplia. Sin embargo, los jueces no se pronunciaron sobre la constitucionalidad de la medida, sino que solamente la suspendieron temporalmente para que los tribunales puedan analizarla. “Los demandantes mostraron altas probabilidades de prosperar en su planteamiento de que la orden ejecutiva viola los derechos de la Primera Enmienda de la Constitución”, escribió Watson en su fallo.