SDP Noticias / Japón / Viernes 17 de febrero del 2017
Senji Nakajima, un japonés de 61 años, abandonó a su esposa para vivir al lado de una muñeca sexual de la que asegura, está perdidamente enamorado.
"Estoy cansado de los humanos modernos racionales, son seres sin corazón", expresa.
Creíble o no, Saori, su actual compañera sentimental de silicona, le hizo perder la cabeza con su encanto, atractivo físico y honestidad. "Nunca traiciona, ni siquiera por dinero", afirma el varón.
Su historia de amor comenzó hace seis años, cuando Senji la compró para entretenerse mientras estaba lejos de su pareja por motivos laborales, pero la "personalidad" de Saori lo cautivó.
Ya se descontroló.