Excelsior / Ciudad de México / Miercoles 15 de febrero del 2017
El subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Carlos Sada reconoció que, ante las políticas migratorias del presidente estadunidense Donald Trump, existe preocupación en torno a lo que pasará con los ‘dreamers’ mexicanos, sin embargo, descartó que por ahora exista una ‘cacería’ en contra de dicho grupo poblacional.
En entrevista radiofónica, el diplomático aseveró que la detención de Daniel Ramírez, el primer ‘dreamer’ mexicano que fue capturado por autoridades migratorias, es un motivo de atención para las autoridades mexicanas.
"Sí nos preocupa, porque son muchachos que están con un estatus legal adecuado, es temporal, pero están todavía vigentes”, mencionó en torno a la condición de los ‘dreamers’.
"En el caso de Daniel no sólo sacó una vez su permiso, sino lo volvió a renovar en el 2016 y este tipo de acciones sí ponen una gran presión y mucho nerviosismo y angustia entre la gran comunidad de muchachos y muchachas", añadió.
Manifestó que, lo preocupante es que aun cuando estos jóvenes cuentan con permiso legal para permanecer en el país vecino, en especial cuando no ha habido una disposición oficial para que las autoridades migratorias emprendan acciones en contra de este grupo.
Sada indicó que por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se está acompañando a Daniel en el proceso legal de audiencia.
Sostuvo que el proceso de audiencia da signos de que el joven de 23 años no será deportado de manera inmediata.
FUE DETENIDO Y ARRESTARON A SU PADRE
Daniel Ramírez Medina, de 23 años, el primer beneficiario del DACA que resulta detenido bajo el gobierno del presidente Donald Trump, fue confinado desde el pasado viernes en un centro de detención de inmigrantes en Tacoma, estado de Washington.
El joven, quien llegó a Estados Unidos en 2001 acompañando a sus padres cuando tenía siete años de edad, fue detenido por agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) cuando los oficiales llegaron a su casa para arrestar a su padre.
Los documentos ante la corte señalan que cuando los agentes entraron en la casa, le preguntaron:
"¿Está usted legalmente acá?
A lo que Ramírez respondió:
"Sí, tengo un permiso de trabajo", pero luego fue detenido.
El joven inmigrante interpuso con la ayuda de más de una docena de abogados un recurso de “habeas corpus” contra su detención, argumentando la ilegalidad del procedimiento, debido a que cuenta con un permiso de trabajo legítimo y carece de antecedentes penales.