El Intransigente / Suiza / Lunes 6 de febrero del 2017
Este hombre llamado Tim Steiner, tiene un elaborado tatuaje en su espalda que fue diseñado por un conocido artista. Cuando muera, su piel será enmarcada y se exhibirá en una pared junto a otras de las obras de la colección personal de un alemán interesado en el arte.
Hasta que el momento de su muerte llegue, este hombre de 40 años pasa sus días sentado en galerías con el torso descubierto. "La pieza de arte está en mi espalda, yo solo soy la persona que la lleva”, dice Steiner, quien trabajaba en una tienda de tatuajes en Zúrich, una ciudad suiza. Hace una década, su novia en esa época conoció a un artista belga llamado Wim Delvoye, quien se hizo conocido por el controversial trabajo de tatuar cerdos.
Delvoye le dijo a la exnovia de Steiner que estaba tratando de conseguir a una persona que estuviera dispuesta a convertirse en un lienzo humano para un nuevo proyecto, y le preguntó si sabía de alguien que estuviera interesado."Ella me llamó, y yo, sin pensarlo mucho, le dije que me gustaría hacerlo”, recuerda Steiner.
Dos años después de ese episodio, y tras pasar 40 horas acostado en una camilla para la realización del tatuaje, el diseño cubría toda su espalda. Es una virgen que sobre la cabeza tiene una calavera al estilo mexicano, con rayos de luz alrededor. Tiene golondrinas que vuelan alrededor, además de rosas rojas y azules.En la parte baja de la espalda hay dos peces al estilo chino que nadan entre flores de loto con un par de niños.
La firma del artista está a la derecha."Para mí, es la máxima expresión de arte", dice Steiner.Y añade: "Quienes realizan tatuajes son artistas increíbles que nunca han sido aceptados en el mundo del arte moderno. Pintar en un lienzo es una cosa, pero hacerlo con agujas en la piel, es otra historia”.
El trabajo se llama TIM y fue vendido por US$160.000 al coleccionista de arte alemán Rik Reinking en 2008. Steiner recibió un tercio de esa cantidad."Mi piel le pertenece a Reinking. Mi espalda es el lienzo, yo solo soy el marco temporal”, afirma Steiner.