Excelsior / México / Sabado 4 de febrero del 2017
Constitución promulgada el 5 de febrero de 1917 plasmó las principales demandas sociales, económicas y políticas de la Revolución. Hoy, la Carta Magna es reflejo de otra realidad, su contenido ha sido reformado en 80% para responder así a los nuevos desafíos y demandas de los mexicanos.
El 31 de enero de 1917 el mandatario federal, Venustiano Carranza, recibió las reformas a la Constitución de 1857 que daban vida a una nueva Carta Magna, reconociendo que a pesar de los defectos, deficiencias o excesos que pudiera tener la obra, aseguraría para lo futuro la estabilidad y la expresión genuina de las necesidades de la nación.
Con el Teatro de la República y la ciudad de Querétaro como escenario, los trabajos del Congreso Constituyente terminaron en una sesión permanente que se llevó a cabo el 29 y 30 de enero de 1917; el último debate inició con la discusión del artículo 27 en defensa de la tierra.
La mayor preocupación del constituyente Luis Navarro de uno de los artículos más relevantes de la Carta Magna radicaba en la posesión de tierras a manos de los latifundistas, de manera que la nación no tenía derecho para enajenar los terrenos que se habían concentrado en unas cuantas manos.
Además exponían a un pueblo cansado de la guerra, dispuesto a sujetarse a un gobierno que ofreciera Estado de derecho y garantías individuales a los ciudadanos.
La esencia del artículo 27 constitucional aún se mantiene en el texto vigente, que en aquel 29 de enero de 1917 se aprobó con la consigna de limitar que grandes hacendados acapararan la propiedad de una manera desmedida, pues la Revolución constitucionalista trae escrita en su bandera “tierra para todos”.
El artículo 33 fue uno de los bordados finales a la Constitución de 1917, que puso sobre la mesa los derechos de los extranjeros en territorio nacional, en momentos donde nacían Tratados Internacionales importantes de los que México quería formar parte, finalmente el primer vicepresidente del Constituyente, Heriberto Jara, llamó a no dejarse presionar por el exterior.
Si hemos de tener dificultades internacionales por algunos capítulos de la Constitución que no agraden a los extraños, no nos libraremos de estas dificultades restándole capítulos, ni aumentarán si le agregamos otro capítulo; estad seguros de que, si con perfidias, con anhelos de expansionismo quieren oponerse a que se lleve adelante la obra de nuestra Constitución, ellos llevarían adelante su mismo propósito: Con nuestra Constitución o sin ella llegaría a la guerra este país; así pues, no nos amedrentemos, cumplamos nuestro deber como mexicanos”, sentenció.
El Capítulo 33 determinó que el Presidente de la República tendría la facultad exclusiva de hacer abandonar el territorio nacional inmediatamente y sin necesidad de juicio previo a todo extranjero cuya permanencia juzgue inconveniente, y que los extranjeros no podrían de ninguna manera inmiscuirse en los asuntos políticos del país.
En aquella última sesión, además aprobaron el artículo 82 que detallaba que para ser Presidente se requería ser ciudadano mexicano por nacimiento y ser hijo de padres mexicanos por nacimiento, tener 35 años cumplidos, haber residido en el país durante todo el año anterior a la elección, no pertenecer a la Iglesia ni ser ministro de algún culto y no ser militar en activo ni secretario o subsecretario de Estado, al menos 90 días antes de la elección.
Actualmente el artículo ha sido modificado en cinco ocasiones, para quitarle limitaciones para hijos de extranjeros y establecer que sea hijo de padre o madre mexicanos y mandata la residencia en el país por al menos 20 años para poder aspirar al cargo.
Los constituyentes aprobaron entonces nueve capítulos: garantías individuales, soberanía nacional y de la forma de gobierno, división de poderes, responsabilidades de los funcionarios públicos, estados de la Federación, trabajo y la previsión social, prevenciones generales, reformas, así como la inviolabilidad de la Constitución.
Las reformas “no se verán en lo sucesivo como un sueño de difícil e imposible realización, sino algo que es fácil de entrar para formar el espíritu público y el concepto grandioso de la patria”, sentenció Venustiano Carranza antes de rendir protesta sobre la nueva Constitución.
ASÍ INICIÓ
Los trabajos del Congreso Constituyente fueron convocados mediante un decreto presidencial de Carranza que constaba de 15 artículos y tenía como finalidad llamar al pueblo a modelar la Constitución de 1917.
Se convoca al pueblo mexicano a elecciones de diputados al Congreso Constituyente, el que deberá reunirse en la Ciudad de Querétaro y quedar instalado el 1 de diciembre del corriente año”, versó el documento.
La elección de diputados constituyentes se llevó a cabo el 22 de octubre de 1916, con la garantía para los legisladores electos que no serían molestados por las opiniones que emitieren en el ejercicio de su cargo y gozarían de fuero constitucional durante el tiempo en el encargo.
De los 218 diputados constituyentes, 28% eran abogados, 24% militares, 9% médicos, 9% ingenieros, 7% maestros y 4% periodistas.
DIVERGENCIAS
A 100 años del nacimiento de la Constitución, en la Cámara de Diputados hay opiniones encontradas. Es una Cámara plural, que tiene al menos 144 legisladores con estudios o diplomados en derecho. Pocos son constitucionalistas.
La pluralidad ha llevado a la confrontación de opiniones. El presidente de la Cámara de Diputados, Javier Bolaños, comentó que el Centenario obliga a hacer una reflexión de fondo, de lo que se tiene que modificar de nuestra Constitución para adecuarla a los nuevos tiempos, siendo la seguridad el principal reto.
Estamos ahora mismo planteando prioridades en la agenda legislativa; una de ellas tiene que ver con la seguridad, el tema de la legislación en el Mando Mixto, y la Seguridad Interior es una de las prioridades que tenemos que atender”, destacó.
El presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Francisco Martínez Neri, considera que en lugar de Carta Magna, la Constitución se acerca más a una “carta de buenos deseos”.
La Constitución, hoy por hoy, es una expectativa porque los derechos consagrados son simplemente expectativas y eso es uno de los problemas. Decimos derecho a la alimentación, vamos donde vive la gente y encontramos que ese derecho no está garantizado”, dijo.
Llegamos al Centenario con una Constitución que es muy bonita pero que no aplica”, añadió el perredista.
En contraste, el vicecoordinador del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, opinó que México tiene una de las mejores constituciones del mundo porque lejos de ser “como dicen algunos, una inspiración europea o norteamericana, está llena de valores mexicanos, como el respeto a la libertad, la concesión de garantías individuales y la propiedad social”.
Nuestro gran problema es así como el muro de (Donald) Trump un poco, del tamaño que lo ponga no faltará un hombre araña que lo suba y le dé la vuelta o uno que cabe un túnel, y eso es lo que le hacemos a la Constitución, siempre encontramos o una soga para pasarle por encima o una pala para pasarle por debajo”, concluyó.