Excelsior / Naciones Unidas / Viernes 3 de febrero del 2017
El gobierno de Donald Trump responsabilizó a Rusia de la escalada de la violencia en el este de Ucrania, manteniendo el respaldo a Kiev que había mostrado el gobierno de Barack Obama.
"Considero desafortunado que en mi primera aparición aquí tenga que condenar las acciones agresivas de Rusia", dijo al Consejo de Seguridad de la ONU Nikki Haley, la nueva embajadora estadunidense.
Aunque con un tono muy distinto de su predecesora, Haley dio a entender que el Ejecutivo de Donald Trump va a continuar con la línea marcada por Obama en lo que respecta al conflicto ucraniano.
"Queremos mejorar nuestras relaciones con Rusia, sin embargo, la crítica situación en Ucrania oriental demanda una condena clara y contundente de las acciones rusas", dijo la embajadora.
Haley, quien asumió el cargo la semana pasada, subrayó que EU apoya al pueblo ucraniano, "que ha sufrido durante casi tres años bajo ocupación rusa y una intervención militar".
Además, aseguró que las sanciones impuestas a Moscú en relación con Crimea se mantendrán hasta que devuelva el control de la península a Ucrania.
Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin, acordaron el pasado fin de semana mejorar las relaciones bilaterales, en medio de grandes expectativas de un acercamiento entre los dos países con la llegada al poder del magnate neoyorquino.
Sin embargo, EU no dudó en criticar a Rusia por su papel en Ucrania en una reunión convocada de urgencia por el Consejo de Seguridad para analizar el rebrote de las hostilidades que se vive en el este del país desde hace unos días.
A pesar del claro mensaje de Haley, el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, dijo a los periodistas que apreciaba un "cambio de tono" por parte estadunidense.
"No quiero leer demasiado en esto. Es solo el inicio del camino y espero que lleve a algo más constructivo de lo que hemos visto hasta ahora", dijo Churkin, quien consideró que el mensaje de Haley fue "suficientemente amistoso" hacia Rusia "dadas las circunstancias y el tema".
Putin había acusado horas antes a las autoridades ucranianas de caldear el conflicto en el este del país para poder acercarse a Trump después de haber apoyado a su rival en las elecciones.
En la reunión del Consejo, Churkin reiteró los ataques contra Kiev y acusó al Gobierno ucraniano de buscar una "solución militar" a la crisis en lugar de apostar por "normalizar" la situación y buscar compromisos.
Mientras, su homólogo ucraniano, Volodymyr Yelchenko, insistió en que Moscú y los separatistas prorrusos son los responsables de los combates de los últimos días y pidió respaldo a la comunidad internacional ante "el agresor".
Naciones Unidas alertó hoy de la "peligrosa escalada" que se vive en Ucrania y del riesgo de que miles de personas se vean obligadas a dejar sus hogares por los ataques y por los daños causados a las infraestructuras básicas.
La ONU dijo que tiene constancia de la muerte de al menos cuatro civiles desde el pasado 28 de enero y de importantes "pérdidas entre los combatientes de ambos bandos".
Según la organización, los combates están poniendo en peligro directamente zonas de tránsito de civiles, áreas residenciales e infraestructuras básicas, como el suministro de agua, electricidad y calefacción.
Ahora mismo, "cientos de miles de civiles" están en riesgo de perder el acceso a esos servicios, lo que amenaza con crear desplazamientos de población.
"Esto es particularmente preocupantes dadas las glaciales temperaturas invernales de la región en este momento", dijo el responsable de Asuntos Políticos de la ONU, Jeffrey Feltman.
Según datos de la ONU, en los casi tres años de conflicto en las regiones orientales ucranianas han muerto cerca de 10 mil personas, entre combatientes y civiles.