Excelsior / Torreón, Coah. / Domingo 29 de enero del 2017
Impotencia. Coraje. Miedo. Todo se conjugaba en Sol Dávila, habían transcurrido unos minutos de haber sido una víctima más de la inseguridad, sintió morir al ver como un sujeto le apuntaba con una pistola, mientras la despojaba de sus pertenencias en el centro de Torreón.
Lloraba desconsolada, de entre las varias personas que la observaban, se acercó un señor, la miró con ternura, le extendió la mano y le dijo: “¡Tranquila!”.
Las lágrimas apenas permitían a Sol distinguir la silueta de un hombre con sombrero y un ‘bastón’ con ‘chapeteadas’ –manzanas cubiertas con caramelo–, limpió su rostro, estaba frente a ella un vendedor de la tercera edad, que le estaba dando una moneda de 10 pesos.
Tranquila, tome, esto es lo único que traigo, pero de algo te ha de servir, porque de seguro ni para el camión te dejaron”.
Para la mujer fue un ‘ángel’ que le tendió la mano y le ayudó a retomar fuerzas para regresar a su casa. El tiempo le permitió a Sol volver a encontrarse con ese hombre de rostro cansado, que responde al nombre de Fidel… Le agradeció el gesto que tuvo y su admiración creció por su salvador al saber que está enfermo y no le importó desprenderse de su dinero par ayudar a desvalido.
Hija, el favor que yo te hice aquel día no fue con la intención de que me devuelvas nada. Hoy por ti, mañana por mí”
La acción de este buen hombre fue compartida por Sol en su Facebook el pasado 12 de enero.
Me dio una gran lección de vida; estas personas valen muchísimo. Dios lo bendiga siempre por su buen corazón… Si ustedes lo llegan a ver en el centro (de Torreón) vendiendo, no dude en comprarle y en ayudarlo”, escribió Sol.