Alejandra Herrera (Crónica) / / Martes 10 de enero del 2017
La Plaza “Mega Las Palmas”, ubicada al norte de la ciudad abrirá hasta nuevo aviso tras los saqueos de la semana pasada en el centro comercial y en los establecimientos de dicho lugar.
Afuera hay un letrero que informa a la población que no hay servicio en toda la plaza:
“No hay servicio hasta nuevo aviso. No pregunte. Cuidado con los vidrios”.
Al interior de la plaza, empleados de los diferentes locales trabajan en la limpieza y reconstrucción del lugar, todos apurados, todos atareados.
“La Comercial” está completamente destruida por todas las entradas, ninguna se salvó. Todas están selladas ahora con tarimas de madera y con lonas para tapar lo poco que quedó al interior.
La gente se acerca a preguntar y en la entrada principal sólo hay un tipo mal encarado que informa que adentro nada funciona, que no hay ningún comercio abierto y por lo tanto, no permiten el paso.
Además del centro comercial, a los ciudadanos les interesa también si funcionan o no los cines. La respuesta es no, no funcionan las salas del Cinemex.
Todo fue destruido, saqueado, vandalizado.
En el estacionamiento, que abarca desde la avenida Cuauhtémoc hasta Circunvalación, se observan pocos vehículos particulares y algunos taxistas, esperando ofrecer servicio a los trabajadores y dueños de establecimientos que trabajan al interior, a los que entran y salen con bolsas de basura o con algún tipo de documentación.
Despistado, llegó a la puerta principal un trabajador de Telmex. Le reportaron que una línea no servía y la iba a reparar. Le abrieron paso quitando parte de la barricada que está en la entrada, hecha de algunas maderas y plásticos y desde donde despacha el tipo mal encarado que no informa mucho.
En la entrada que está del lado de la avenida Circunvalación, se observan varios montones de basura, kilos de desechos que quedaron afuera de la tienda, tras el paso de la turba. Nadie limpia, nadie recoge.
En el estacionamiento, cerca de las jardineras que sirven a la vez para dividir los cajones, hay un viejito de unos 65 años con su escoba y su recogedor, pero sólo limpia las hojas y las ramas que cayeron de los árboles. Nada que tenga que ver con lo que hay afuera de “La Mega”.
Desde la puerta principal, se observa al interior un local de Megable, una sucursal del banco Banorte, una tienda de artículos naturistas GNC, una papelería Ofix Max, la del clip, pero todas cerradas, sin servicio.
A diferencia de Chedraui Ponti, que reabrirá sus puertas a más tardar esta semana a pesar de que fue una de las más afectadas por los saqueos, en Mega Las Palmas no hay una fecha.
La gente que generalmente compra víveres, artículos de primera necesidad, o que simplemente va al cine o a contratar televisión por cable y de paso internet, no sabe para cuándo reabrirá Mega Las Palmas, la que les queda de paso a algunos de la zona y que ahora tendrán que ir a otro centro comercial como resultado de la locura, de lo absurdo que se vivió la semana pasada.
El restaurante California, tampoco ha abierto sus puertas. Desde los cristales se observa a algún personal al interior, pero no está abierto al público.
Mientras que en las cuatro caras del centro comercial, se observa todo destruido y derrumbado, como una zona de guerra, en lo alto la palabra Mega y el pelícano blanco con naranja siguen de pie, intactos, el daño de la turba no los alcanzó porque no estaban a su paso.