El País / Washington, EU / Miercoles 7 de diciembre del 2016
El pasado mes de agosto, el ahora presidente electo Donald Trump se derretía simbólicamente en la portada de la revista TIME. Eran los días en los que muchos pensaron que sus acusaciones contra Barack Obama por haber “fundado” el Estado Islámico podrían hacer descarrilar su campaña. Dos meses después, la misma publicación tituló “debacle total” sobre la misma ilustración del rostro de Trump completamente deshecho. Entonces acababa de salir a la luz una grabación sexista del magnate que invitó a especular incluso si el Partido Republicano tenía vías para reemplazarlo en la nominación.
Ninguno de los dos incidentes fue la debacle que anticipaba TIME —como tantos otros medios— y este 7 de diciembre la revista ha declarado al presidente electo persona del año 2016, quien “para bien o para mal” ha tenido una mayor influencia en los acontecimientos del año en Estados Unidos y en el mundo. La directora de la publicación, Nancy Gibbs, se pregunta en el texto que anuncia al vencedor “¿cuál de los dos es este año? ¿Para mejor o para peor? El desafío que representa Donald Trump es la manera tan profunda en que el país discrepa acerca de la respuesta”.
La revista alega que en su elección número 90 de la persona del año, ha elegido a Trump porque él “recuerda a América que la demagogia se alimenta de la desesperación y que la verdad es tan poderosa como la confianza que tenemos en aquellos que la pronuncian”. El republicano se ha impuesto en la votación a otros candidatos como su rival en las elecciones, Hillary Clinton, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan o la cantante Beyoncé, “por empoderar a un electorado oculto transmitiendo su furia y comunicando en directo sus miedos”. Los editores añaden que Trump ha logrado “crear la política del mañana destruyendo la del pasado”.
Esto le ha valido al empresario de Nueva York que ha roto todas las reglas de la política y las campañas electorales estadounidenses, que ha pronunciado todo lo que se consideraba impronunciable para cualquier aspirante a la presidencia de EE UU y que va a llegar a la Casa Blanca sin haber pisado antes un cargo público, el título de “presidente de los Estados Divididos de América”.
Durante una entrevista en el programa Today, Gibbs añadió que “nunca se ha visto una persona que haya destacado de esa forma tan poco convencional”. La revista interpreta que la victoria de Trump es “una reprimenda a la actitud arrogante de la clase gobernante” al tiempo que sus detractores ven que no sólo ha roto con las normas de convivencia de EE UU, sino que con sus palabras ha respaldado “una política envenenada por sus opiniones racistas y sexistas” y que “inspira temor” en los ciudadanos, como ya han detectado algunos sondeos.
En una llamada telefónica en directo al programa, Trump calificó como un "tremendo honor" haber sido elegido como persona del año por la revista, pero rechazó que él sea el responsable de la división de los estadounidenses. "No he hecho nada para dividir a los estadounidenses, estaban ya divididos", agregó. El próximo presidente de EE UU se comprometió a superar estas diferencias cuando asuma la Casa Blanca como ya hizo en su discurso de victoria el 9 de noviembre.
Trump, que a lo largo de esta campaña electoral ya fue protagonista de la portada de TIME en cinco ocasiones —y una más antes de ser candidato— sucede a la canciller alemana Angela Merkel. El año pasado, Trump cargó en Twitter cuando se anunció la designación: "Os dije que Time nunca me elegiría como persona del año a pesar de ser el gran favorito. Han elegido a una persona que está arruinando Alemania".