Infobae.com / / Jueves 24 de noviembre del 2016
El presidente estadounidense, Barack Obama, envió el último mensaje del Día de Acción de Gracias de su gestión. Ante la próxima asunción de Donald Trump, reflexionó sobre la unidad del país tras una campaña electoral "ruidosa, apasionada y, a veces, divisiva".
El mandatario apuntó que las elecciones suelen enfatizar las diferencias de la población, y por ello destacó que se agradece y honra "a todas las personas, desde los primeros estadounidenses hasta los recién llegados" que enriquecen el patrimonio y "dan sentido" a sus "valores fundacionales". Así, subrayó que al país no lo une "sólo una raza o religión", sino "una creencia común": que todos han sido creados iguales.
Obama también recordó a Abraham Lincoln (presidente que unificó la fecha de celebración en todos los estados) y resaltó que es una fecha para que las cosas más preciadas de esta Nación sean "reconocidas con solemnidad, reverencia y gratitud, con un solo corazón y una sola voz por todo el pueblo estadounidense".
En ese sentido, apuntó: "Lo que nos hace estadounidenses no es de dónde venimos, cómo nos vemos o qué fe practicamos, sino los ideales a los que prometemos nuestra lealtad". Así, pidió a la población aceptar las contribuciones "de todas las personas", y también defender "lo que es correcto, no sólo cuando es fácil". De esa forma, aseguró: "Nadie podrá arrebatarnos nuestra libertad".
Por último, proclamó un mensaje esperanzador: "Nuestros mejores días siempre estarán adelante. Seguiremos creando un futuro donde todos nuestros hijos conozcan la promesa de los Estados Unidos".
En 1789, cuando George Washington fue designado primer presidente de los EEUU, eligió el 26 de noviembre como día oficial de Acción de Gracias, pero en 1863 Abraham Lincoln estableció como fecha oficial definitiva el último jueves de noviembre. Desde entonces, se ha convertido en la fiesta más popular del año que comparten todos los estadounidenses, sean de la religión que sean.
El texto completo:
Hola a todos. Les deseo un feliz Día de Acción de Gracias en nombre de la familia Obama –Michelle, Malia, Sasha, Abuela, Bo y Sunny–. Como muchos de ustedes, pasaremos el día con amigos y familia, pavo y touchdowns. Daremos las gracias por tenernos los unos a los otros y por todo lo que Dios nos ha dado. Y reflexionaremos sobre lo que realmente nos une como estadounidenses.
Esto nunca ha sido tan importante. Como país, acabamos de salir de una temporada de campaña ruidosa, apasionada y, a veces, divisiva. Después de todo, las elecciones son, frecuentemente, donde enfatizamos lo que nos diferencia. Nos enfrentamos en una contienda de "nosotros" contra "ellos." Nos enfocamos en el candidato que apoyamos en lugar de algunos de los ideales que compartimos.
Pero unas pocas semanas después, el Día de Acción de Gracias nos recuerda que sin importar nuestras diferencias, seguimos siendo un pueblo, parte de algo más grande que nosotros mismos. Somos comunidades que avanzamos juntas. Somos vecinos que nos cuidamos los unos a los otros, especialmente a aquellos más desafortunados entre nosotros. Siempre seremos, simplemente, estadounidenses.
Por eso, durante la confusión de la Guerra Civil, el Presidente Lincoln vio lo que más importaba –las verdades inalienables por las que tantos dieron sus vidas y que hicieron posible "un nuevo nacimiento de la libertad"–. Y así, precisamente cuando el destino de la Unión pendía en el balance, él proclamó audazmente un día de Acción de Gracias, un día cuando las cosas más preciadas de esta nación "deben ser reconocidas con solemnidad, reverencia y gratitud, con un solo corazón y una sola voz por todo el pueblo estadounidense".
Hoy continuamos agradecidos por esas bendiciones y por todos aquellos que aseguraron que ellos serían nuestra herencia. Recordamos a los patriotas determinados que llegaron al borde del mundo en busca de la libertad. Les agradecemos a los valientes hombres y mujeres que defienden esta libertad en todos los rincones del mundo. Y honramos a todas las personas –desde los primeros estadounidenses hasta nuestros recién llegados– que siguen dando forma a la historia de nuestra nación, enriqueciendo nuestro patrimonio y dando sentido a nuestros valores fundacionales, valores que nunca debemos dar por sentados. Que en los Estados Unidos, no estamos unidos por una sola raza o religión, sino, más bien, unidos por una creencia común –que todos nosotros somos creados iguales–. Que podemos pensar, adorar y hablar, y amar como queramos. Que el privilegio de la democracia es nuestra y sólo nuestra, para fortalecer y proteger.
No lo pongan nunca en duda, esto es lo que nos hace estadounidenses –no de dónde venimos, cómo nos vemos o qué fe practicamos, sino los ideales a los que prometemos nuestra lealtad–. Se trata de nuestra habilidad para vivir en conformidad con el credo tan antiguo como nuestra fundación: "E Pluribus Unum" –que de muchos somos uno–. Y mientras continuemos aceptando las contribuciones de todas las personas, siempre y cuando nos apoyemos el uno al otro, defendamos lo que es correcto y permanezcamos fieles a estos ideales –no sólo cuando sea fácil, sino cuando sea difícil–, entonces nadie podrá arrebatarnos nuestra libertad. Nuestros mejores días siempre estarán adelante. Y seguiremos creando un futuro donde todos nuestros hijos conozcan la promesa de los Estados Unidos.
Feliz Día de Acción de Gracias a todos.