El País / Madrid, España / Miercoles 16 de noviembre del 2016
La justicia mexicana puede frenar la extradición a España de Diego Cruz Alonso, el joven de 21 años de la banda de los Porkys de la Costa de Oro arrestado en Madrid por participar presuntamente en la violación de una menor en 2015 en Veracruz (México). El Juzgado Tercero de Distrito del Estado de Veracruz ha amparado al acusado. La resolución puede cuestionar su orden de detención, base para acordar la salida de España.
El fallo judicial deja en el aire la extradición a México de este chico que se enfrenta hasta 40 años de cárcel por el delito de pederastia agravada, según interpretan fuentes judiciales. Y llega después de que la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional española hubiera acordado la entrega del acusado a las autoridades mexicanas.
Tras el amparo del juez mexicano, la abogada en España de Cruz ha pedido que se valore el amparo y que se rechaze el auto del juez español que autoriza la extradición. La letrada ha declinado responder a las preguntas de EL PAÍS. Su defendido permanece en prisión en España desde el pasado 11 junio, cuando fue arrestado por Interpol.
La defensa de Cruz atribuyó la acusación de violar a la menor Daphne Fernández a una "elaborada extorsión" del padre de la chica, que -según dijo- secuestró y pidió 4 millones a los Porkys.
Cruz es el segundo de los cuatro detenidos por la violación de Fernández, que tenía 17 años en el momento de los hechos. El joven, que fue arrestado en Madrid cuando salía de fiesta con unos amigos, intentó engañar a la policía sobre su identidad.
El caso de los Porkys de la Costa de Oro estalló el 2 de enero de 2015. Cuatro amigos de esta pandilla, integrada por hijos de familias adineradas de Veracruz, salían esa noche de una discoteca. Se subieron a un coche negro, propiedad del padre de uno de ellos, y obligaron a la víctima a acompañarles. En la parte trasera del vehículo, Cruz y otro amigo, Jorge Cotaita, abusaron de Daphne Fernández, según la víctima. Y al llegar a la casa del cabecilla de la pandilla, Enrique Capitaine, hijo de un ex alcalde veracruzano, la chica fue violada.
El asunto protagonizó una polémica nacional por la supuesta impunidad de los ricos y su influencia en el sistema judicial. Un año después de la violación, los Porkys ni siquiera habían sido detenidos. Al conocerse este dato, la Fiscalía emitió rápido las órdenes de arresto y las fichas rojas de Interpol.
El padre de la víctima decidió publicar en las redes sociales unas cartas y un vídeo que grabó de los Porkys disculpándose al ver que la Justicia para su hija no avanzaba.
Se da la circunstancia que el tercer miembro del grupo, Jorge Cotaita, estuvo implicado en el homicidio de un corredor en el puerto de Veracruz.