Excelsior / Panamá / Miercoles 16 de noviembre del 2016
Para Panamá fue como una final, un partido en el que no se permitió perder ni en esfuerzo ni en coraje. Apretó y encerró a México desde el primer minuto, provocando que perdiera metros y no pudiera jugar en un partido en el que las cosas pocas veces le resultaron en contra.
El empate fue más la suma de faltas e intervenciones de Guillermo Ochoa que las opciones que el Tricolor propuso para llevarse el resultado.
El punto conseguido ubica al equipo mexicano entre los líderes del hexagonal final de la Concacaf, a la par de los panameños, aunque ambos detrás de Costa Rica, que anoche sorprendió a Estados Unidos por 4-0. Así es la Concacaf.
Anoche, México tuvo una prueba importante en un Estadio Rommel Fernández que vibró y empujó a su equipo como una marea roja.
Bien pudo el equipo del técnico Bolillo Gómez conseguir un triunfo histórico ante el equipo mexicano, el primero en una eliminatoria mundialista, pero no pudo concretar las llegadas que tuvo.
Dos veces Alberto Quintero quedó mano a mano frente a Ochoa y, en ambas, a pesar de quedarse sin marca, no pudo vencerlo. Márquez y Moreno se veían superados, tanto o más que Diego Reyes por la banda derecha.
Ochoa atajó lo que pudo, por arriba y abajo, en momentos en los que el Tricolor no conseguía avanzar de medio campo. De ahí que Jiménez y Chicharito, que llegaba en busca del récord como máximo goleador nacional, estuvieran lejos del gol y de inquietar al portero Jaime Penedo.
En su afán de reflejar su dominio, Panamá empezó a precipitarse, olvidándose del juego colectivo que tanto le funcionó y apostando por la sorpresa individual. Así fue como el cuadro dirigido por Juan Carlos Osorio ganó terreno, en principio para darse un respiro pero también para replantear la forma de ordenarse.
Reyes dejó su lugar a Jesús Dueñas, Márquez salió por Héctor Herrera y entonces Osorio quiso ser más ofensivo, con la idea de que el ataque es la mejor defensa. No obstante, fueron dos sus jugadas de peligro y nada más: un remate desviado y un tiro de volea de Jiménez por arriba del arco.
Fuera de eso, los panameños terminaron siendo mejores. Si bien el gol se les negó, complicaron sumamente el desempeño de un conjunto mexicano que no fue ni la sombra del que ganó ante Estados Unidos en Columbus.
Todavía en los últimos minutos, los canaleros buscaron otro final, con una chilena de Luis Tejada y jugadas de táctica fija que le dieron suspenso a la noche. Una noche de fervor y rivalidad, de pura pasión panameña. México resistió cuanto pudo y sigue invicto después de dos visitas seguidas en la Concacaf.
Esperaban un partido complicado
Los panameños cedieron muy pocos espacios al cuadro mexicano. Fue difícil. Jonathan dos Santos dice que “jugar en estas condiciones, contra un rival que deja jugar muy poco, es muy complicado. Creo que el equipo hizo un buen partido, aunque no estuvimos tan fluidos cuando teníamos el balón en los pies”.
Jonathan, que no vio acción ante Estados Unidos, fue titular y anoche jugó los 90 minutos.
Por su parte, el director técnico Juan Carlos Osorio califica de “saludable” el inicio de la etapa final a la calificación mundialista del equipo mexicano.
Le ponemos una calificación, entre comillas, de saludable y creemos que que fue un buen arranque, nos vamos satifechos, con mucho optimismo. Nos vamos con la confianza de que podemos seguir cosechando puntos, que nos lleven a lograr el objetivo de quedar en primer lugar; es uno de nuestros objetivos”, señala Osorio.