Celebran a los muertos en San Andrés Mixquic

Excelsior / Ciudad de México / Martes 1 de noviembre del 2016

Desde temprano los pobladores de Mixquic, perimetro de la delegacion Tláhuac, celebran a sus difuntos y tambien a recibir a miles de visitantes que acuden a este tradicional pueblo enclavado al sur de la Ciudad de México.

Cientos de comerciantes ocupan calles y callejones con sus puestos en los que ofrecen pan de pueblo, café de olla , tamales, carnitas y tacos de guisados entre otros alimentos.

A primera hora de este martes primero de noviembre, José Luis Ruiz junto con su hijo, continúo con la tradición que aprendió de sus padres y abuelos, limpiar y arreglar las tumbas de sus antepasados en el panteón de la parroquia de apostol San Andrés construída en 1620.

"No es nada más de cada año, realmente quien tiene interés en sus tumbas viene lo más seguido que puede, esto es más exhaustivo por la festividad del día dos, pero al menos yo procuro hacerlo con más tiempo".

Para esta ocasión a sus difuntos los esperará con lo que tenga en casa para que estén contentos de visitarlo y él de recibirlos.

"En casa les ponemos su fruta, su naranja, la manzana, sus mandarinas, de comer su mole, a mi mamá la gustaba mucho el mole y a mi papá, a mi abuelo con su pulque, sus cigarros, si hay su botella de tequila".

Hay tumbas que las mantienen limpias y arregladas con flores de diversos e intensos colores.

María del Pilar Chávez retiró basura y ramas de la tumba de su papá.

"Por ellos la tenemos el conocimiento de recibir a nuestros muertos".

Ella espera que está tradición de recordar a los muertos no se muera con los jóvenes.

"Esperemos que las sigan con el tiempo, que cuando crezcan más sigan nuestros pasos".

La venta de las flores, un negocio muy activo en el día de muertos, el ramo de flor de cempasuchil cuesta treinta pesos, velo de novia en cincuenta pesos, las lilis en veinticinco pesos.

Alejandro Ramírez vende flores a la entrada del panteón e invirtió 5 mil pesos, espera recuperarlos a la brevedad.

"Pues ahorita lo tradicional, de color amarillo, el cempasuchitl, la lili".

La creencia señala que al mediodia del 31 de octubre llegan los niños difuntos, y al mediodía del primer llegan los difuntos mayores.

Los niños salen a las doce y entran los adultos y el día de mañana salen todos a las doce y se reúnen y los familiares con veladoras y velas alumbran las tumbas para que regresen a su lugar, donde están descansando.

Conforme avanza en día de incrementa el número de visitantes al panteón.